Derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento.
LEY 25.929 desde el 25 de agosto de 2004
ARTICULO 1º.- La presente ley será de aplicación tanto al ámbito público como privado de la atención de la salud en el territorio de la Nación. Las obras sociales regidas por leyes nacionales y las entidades de medicina prepaga deberán brindar obligatoriamente las prestaciones establecidas en esta ley, las que quedan incorporadas de pleno derecho al programa médico obligatorio.
ARTICULO 2º.- Toda mujer, en relación con el embarazo, el trabajo de parto, el parto y el postparto, tiene los siguientes derechos:
a) A ser informada sobre las distintas intervenciones médicas que pudieren tener lugar durante esos procesos, de manera que pueda optar libremente cuando existieren diferentes alternativas.
b) A ser tratada con respeto, y de modo individual y personalizado que le garantice la intimidad durante todo el proceso asistencial y tenga en consideración sus pautas culturales.
c) A ser considerada, en su situación respecto del proceso de nacimiento, como persona sana, de modo que se facilite su participación como protagonista de su propio parto.
d) Al parto natural, respetuoso de los tiempos biológico y psicológico, evitando prácticas invasivas y suministro de medicación que no estén justificados por el estado de salud de la parturienta o de la persona por nacer.
e) A ser informada sobre la evolución de su parto, el estado de su hijo o hija y, en general, a que se le haga partícipe de las diferentes actuaciones de los profesionales.
f) A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación, salvo consentimiento manifestado por escrito, bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.
g) A estar acompañada por una persona de su confianza y elección durante el trabajo de parto, parto y postparto.
h) A tener a su lado a su hijo o hija durante la permanencia en el establecimiento sanitario, siempre que el recién nacido no requiera de cuidados especiales.
i) A ser informada, desde el embarazo, sobre los beneficios de la lactancia materna y recibir apoyo para amamantar.
j) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados de sí misma y del niño o niña.
k) A ser informada específicamente sobre los efectos adversos del tabaco, el alcohol y las drogas sobre el niño o niña y ella misma.
ARTICULO 3º.- Toda persona recién nacida tiene derecho:
a) A ser tratada en forma respetuosa y digna.
b) A su inequívoca identificación.
c) A no ser sometida a ningún examen o intervención cuyo propósito sea de investigación o docencia, salvo consentimiento manifestado por escrito de sus representantes legales, bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.
d) A la internación conjunta con su madre en sala, y a que la misma sea lo más breve posible, teniendo en consideración su estado de salud y el de aquella.
e) A que sus padres reciban adecuado asesoramiento e información sobre los cuidados para su crecimiento y desarrollo, así como de su plan de vacunación.
ARTÍCULO 4º.- El padre y la madre de la persona recién nacida en situación de riesgo tienen los siguientes derechos:
a) A recibir información comprensible, suficiente y continuada, en un ambiente adecuado, sobre el proceso o evolución de la salud de su hijo o hija, incluyendo diagnóstico, pronóstico y tratamiento.
b) A tener acceso continuado a su hijo o hija mientras la situación clínica lo permita, así como a participar en su atención y en la toma de decisiones relacionadas con su asistencia.
c) A prestar su consentimiento manifestado por escrito para cuantos exámenes o intervenciones se quiera someter al niño o niña con fines de investigación, bajo protocolo aprobado por el Comité de Bioética.
d) A que se facilite la lactancia materna de la persona recién nacida siempre que no incida desfavorablemente en su salud.
e) A recibir asesoramiento e información sobre los cuidados especiales del niño o niña.
ART. 5º.- Será autoridad de aplicación de la presente ley el Ministerio de Salud de la Nación en el ámbito de su competencia; y en las provincias y la Ciudad de Buenos Aires sus respectivas autoridades sanitarias.
ART.6º.- "El incumplimiento de las obligaciones emergentes de la presente ley por parte de las obras sociales y entidades de medicina prepaga, como así también el incumplimiento por parte de los profesionales de la salud y sus colaboradores, y de las instituciones en que estos presten servicios, será considerado falta grave a los fines sancionatorios, sin perjuicio de la responsabilidad civil o penal que pudiere corresponder."
ARTICULO 7º.- La presente ley entrará en vigencia a los sesenta (60) días de su promulgación.
ARTICULO 8º.- Comuníquese al Poder Ejecutivo.”
Instrucciones para redactar un consentimiento informado para una atencion del parto y el nacimiento respetuosa y segura a presentar a las instituciones y profesionales actuantes
Este es un modelo de consentimiento informado para una solicitud de atención respetuosa en el parto y el nacimiento a presentar en la institución y a los profesionales actuantes.
Es importante recordar que todo lo que hablemos, acordemos, presentemos, a las instituciones y/o profesionales debe ser por escrito y con copia para nosotros, sellada y/o firmada por la institución y/o profesionales, de otro modo no tendrá validez.
En el caso de las instituciones deben dirigirla al Director, con copia al Jefe del Departamento de Salud Materno Infantil, al Jefe de Obstetricia y al Jefe de Neonatología por lo que deben averiguar previamente sus nombres. En total hay que llevar 5 copias, la 5º es la que se quedan Uds. sellada por la Institución.
A la nota de consentimiento informado hay que adjuntarle una copia del material completo de:
· Derechos vigentes de los usuarios
· Propuesta Normativa Perinatal Año 2000 Mterio. Salud de la nación
· Principios de la Organización Mundial de la Salud acerca del cuidado perinatal: Guía esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto del año 2001
· Ley 25929 acerca de los Derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento vigente desde el 21 de noviembre de 2004.
Esta solicitud es personal y la firmará la mujer (y si lo desea, su pareja).
Es MUY IMPORTANTE tener en cuenta la necesidad de la presencia de un acompañante durante el trabajo de parto, parto y nacimiento, que conozca la solicitud y se encargue de que ésta se cumpla.
La solicitud deberá ser redactada como está a continuación. Los puntos donde se exponen los deseos personales o familiares pueden ser modificadas pues allí constará lo que cada una /o quiere para ese momento, tal vez hay cuestiones que no hemos incluidos y que pueden ser de importancia, como rituales culturales y religiosos específicos, vestimenta, etc.
Hay pequeñas variaciones, que están aclaradas en el texto y que cada uno debe escoger, en caso de presentarse a: Hospital Público, Clínica Privada con Sistema Abierto, Clínica privada con Sistema Cerrado
Cualquier inquietud y duda antes de presentarlo contacten con nosotros a info@dandoaluz.org.ar ó a Mariana Giménez al 4794-0839.
Nos interesa mucho saber que sucede luego de la presentación de esta solicitud, así como tener una copia del texto de la misma, por lo que les pedimos que nos cuenten las posibles respuestas y como se sucedió el parto y el nacimiento; así podremos ir afinando detalles y mejorando para lograr nuestro objetivo de una atención respetuosa y segura.
A continuación la solicitud.
Córdoba, ...de….. de 2007
Al Director Médico del Sanatorio …Dr. ….
Ó Al Director del Hospital......Dr. ......
Cc. Al Jefe del Departamento de Salud Materno Infantil
al Jefe de Obstreticia
y al Jefe de Nenonatología
Por medio de la presente, me dirijo a Ud. con el objeto de dejar constancia que: encontrándome embarazada de______________, con fecha probable de parto____________, en pleno uso de mis facultades mentales y emocionales, y habiendo tomado conocimiento de las condiciones en que actualmente se desarrolla la atención y cobertura sanitaria del parto y el nacimiento, quiero exponer las condiciones en que deseo que se desarrolle mi trabajo de parto, parto y nacimiento de mi hijo y post parto.
Las siguientes condiciones no son sólo son el resultado de mis propias creencias y deseos sino que, como es de público conocimiento, son avaladas por nuestros derechos constitucionales: Constitución Nacional: Capítulo 1 Derechos (Art. 4, 7, 11 y 19), Declaración Universal de los Derechos Humanos (Art. 19 y 25.2), Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Art. 2d, 12 1 y 2), Convención sobre los Derechos del Niño (Art. 24), Convención Americana sobre Derechos Humanos- Pacto de San José de Costa Rica (Art. 5, 11 y 19); y la Ley 25929 acerca de los Derechos de padres e hijos durante el proceso de nacimiento vigente desde el 21 de noviembre de 2004 y la Ley 1040 de Acompañamiento en el Parto, en la Pcia. de Buenos Aires, Partido de Vicente López, la Ordenanza Expte. Nº 1145/2002 HCD sobre presencia de los padres en el nacimiento. También son avaladas en el ámbito internacional, por países como Francia (Decreto Ministerial 83-24, del 1 de agosto de 1983, sobre maternidad.), Italia (en la Ley del Consejo Regional del Lazio del 14 de Marzo de 1984, acerca de "Nuevo derechos de la mujer y el niño recién nacido", por ejemplo.
Todas las condiciones que pasaré a enumerar han sido publicadas y reconocidas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en la Conferencia Internacional de Fortaleza, Brasil, entre el 22 y 26 de Abril de 1985 en forma de 16 Recomendaciones, actualizadas en Cuidados en el Parto Normal: Guía Práctica de 1996 y Principios de de Organización Mundial de la Salud acerca del cuidado perinatal: Guía esencial para el cuidado antenatal, perinatal y postparto del año 2001 y la Guía para la Atención del Parto Normal en Maternidades centradas en la Familia correspondiente a 2004, donde se establecen los principios de atención para el embarazo y parto normales:
1. Ser no medicalizado, lo que significa que el cuidado fundamental debe ser provisto utlizando un set mínimo de intervenciones que sean necesarias y se debe aplicar la menor tecnología posible.
2. Ser basado en el uso de tecnología apropiada, lo que se define como un conjunto de acciones que incluye métodos, procedimientos, tecnología, equipamiento y otras herramientas, todas aplicadas a resolver un problema específico. Este principio está dirigido a reducir el uso excesivo de tecnología o la aplicación de tecnología sofisticada o compleja cuando procedimientos más simples pueden ser suficientes o aún ser superiores.
3. Ser basado en las evidencias, lo que significa avalado por la mejor evidencia científica disponible, y por estudios controlados aleatorizados cuando sea posible y apropiado.
4. Ser regionalizado y basado en un sistema eficiente de referencia de centros de cuidado primario a niveles de cuidado terciarios.
5. Ser multidisplinario, con la participación de profesionales de la salud como parteras, obstetras, neonatólogos, enfermeras, educadores del parto y de la maternidad, y cientistas sociales.
6. Ser integral y debe tener en cuenta las necesidades intelectuales, emocionales, sociales y culturales de las mujeres, sus niños y familias y no solamente un cuidado biológico.
7. Estar centrado en las familias y debe ser dirigido hacia las necesidades no sólo de la mujer y su hijo sino de su pareja.
8. Ser apropiado teniendo en cuenta las diferentes pautas culturales para permitir y lograr sus objetivos.
9. Tener en cuenta la toma de decisión de las mujeres.
10. Respetar la privacidad, la dignidad y la confidencialidad de las mujeres.
Estos diez puntos también son considerados de absoluta relevancia para una atención adecuada en la PROPUESTA NORMATIVA PERINATAL Año 2000 del Ministerio de Salud de la República Argentina.
PROPUESTA: Una Maternidad respetuosa de la mujer y su familia durante el parto debiera ofrecer:
1. RESPETO POR LA VIDA DE LA MUJER Y SU HIJO: PARTO SEGURO
2. INCLUSION DE LA FAMILIA EN TODO EL PROCESO DE ATENCION INSTITUCIONAL
· Ofrecer durante el trabajo de parto y parto, a todas las madres, la presencia sin restricciones de los acompañantes que ella elija, incluyendo padres, cónyuges, familiares o amigos.
· Facilitar las visitas de la familia durante la internación.
· No separar nunca a la madre de su hijo si este es normal.
· Ingreso irrestricto de los padres al servicio de Neonatología si el recién nacido debiera permanecer internado y visitas dirigidas para el resto de los familiares (abuelos, hermanos, etc.).
3. SERVICIOS PARA LA FAMILIA
4. RESPETO DE PAUTAS CULTURALES, RELIGIOSAS, ETNICAS Y PERSONALES DE LA MUJER Y SU FAMILIA
· Libertad a la mujer para caminar, moverse y adoptar las posiciones que elija durante el período dilatante o el expulsivo.
· Respetar decisiones sobre destino de la placenta, uso de amuletos en el niño, etc. (salvo restricciones indispensables para evitar complicaciones).
5. NO EMPLEAR PRACTICAS Y PROCEDIMIENTOS QUE NO ESTEN RESPALDADOS POR EVIDENCIAS CIENTIFICAS
6. ASISTENCIA RESPETUOSA DE LA MADRE EN EL PARTO
· Salas TPR: Priorizar la instalación de Salas TPR o Salas únicas para Trabajo de Parto, Parto y Recuperación: las mismas permiten la atención en un sólo ambiente evitando el traslado de la madre en pleno Trabajo de Parto o Puerperio inmediato con necesidad de camillas rodantes. Facilitan la presencia de un familiar acompañante, garantizan la intimidad del Parto, etc.
· En las Salas de Parto u Observación tradicionales se debe evitar la visión de las embarazadas a través de ventanas.
· Debe facilitarseles ropa a la parturienta y su acompañante.
· No debe existir circulación indiscriminada de alumnos, u otro personal tratando de mantener la privacidad de la parturienta.
· Respetar las decisiones de la madre respecto a su posición, deambulación, ingesta de líquidos, etc.
· No gritar a las madres ni desvalorizar sus esfuerzos o padecimientos. Brindarles apoyo emocional necesario.
· Brindar técnicas de alivio del dolor no farmacológicos ni invasivos tales como masajes o técnicas de relajación.
· Incorporación de Obstétricas: profesional universitaria entrenada en el control y evolución del trabajo de parto y parto normal.Estas brindan una atención individualizada y contenedora priorizando el desarrollo normal del parto. Su presencia disminuye los partos instrumentales y tranquiliza a las madres
· Doulas: Mujeres entrenadas y capacitadas para brindar contención afectiva y estímulo a mujeres en trabajo de parto y parto.
7.- ATENCION RESPETUOSA DEL RECIEN NACIDO
· Asegurar una recepción sin interferencias facilitando el vínculo con la madre. Evitar la hipotermia. Brindar una reanimación adecuada de ser necesaria, por personal capacitado en el 100% de los casos.
· No separar innecesariamente a los recién nacidos sanos de sus madres. La observación no es motivo para ello.
· Evitar el stress y el dolor de los recién nacidos internados. Las Unidades de Neonatología deben ser silenciosas, respetar los períodos de sueño de los recién nacidos, concentrar en forma programada los procedimientos y realizarlos con la mínima agresión posible para el niño.
· Se recomienda la salida precoz y transitoria de la incubadora para ser colocados en contacto piel a piel con sus madres, para facilitar el vínculo y la lactancia materna.
· Implementar sistemas de identificación del recién nacido y medios de seguridad institucional que impidan la sustracción o el cambio de niños.
8.- NORMAS DE PROCEDIMIENTOS BIEN DEFINIDOS
Contar con Normas o Políticas escritas y disponibles ,donde se especifiquen las funciones y responsabilidades de todo el personal sobre la atención humanizada y respetuosa de la madre, su hijo y la familia.
De las medidas de prevención y anticipación a ser implementadas en el Control Prenatal, la internación y el control postalta de la madre y su hijo.
De los procedimientos a realizar durante la internación del binomio madre-hijo, etc.
Realizar regularmente actividades de Docencia e Investigación y capacitación en Servicio para el Equipo de Salud.
Las Normas de la Institución deben ser compatibles con las Propuestas Normativas Perinatales Nacionales.
Y teniendo en cuenta que la jurisprudencia actual valoriza la libertad del paciente respetando su voluntad y autonomía, asegurando a éste el derecho de auto-determinación cuando una decisión médica lo involucra, aún con riesgo de vida por su elección.
El consentimiento clarificado está contemplado en la Ley 17.132, Art. 19, inciso 3 de ejercicio profesional, que dice:
"Respetar la voluntad del paciente en cuanto sea negativa a tratarse o internarse, salvo los casos de inconsciencia, alienación mental, lesionados graves por accidentes, tentativas de suicidio o delitos. En operaciones mutilantes se solicitará la conformidad por escrito del paciente salvo cuando la inconsciencia o alienación o gravedad del caso no admita dilaciones. En los casos de incapacidad los profesionales requerirán la conformidad del representante del incapaz".
A continuación paso a enumerar las condiciones en que deseo transcurra mi trabajo de parto, parto, nacimiento y post parto:
1. Deseo ante todo que se respete mi integridad física y que se contemple mi necesidad de intimidad y mi pudor.
2. Deseo no ser considerada una enferma. Un parto y un nacimiento son procesos fisiológicos para los que los seres humanos estamos capacitados innatamente.
3. Deseo estar acompañada por una persona de mis afectos, en este caso mi esposo o mi madre o una amiga (si ya sabemos quien es lo aclaramos), en todo momento y que esta no sea demorada y separada de mi para realizar trámites de ingreso u otros requerimientos. Por lo que solicito que los mismos se realicen con anterioridad.
4. Desde el momento de mi ingreso hasta el alta solicito ser atendida y/o examinada únicamente por una única persona (partera ú obstetra) mientras dure su guardia. No quiero ser objeto de estudio de practicante alguno. (para Hospital Público ó Clínica Privada con Sistema Cerrado)
4. Desde el momento de mi ingreso hasta el alta solicito ser atendida y/o examinada únicamente por mi partera y/o mi obstetra. (para Clínica Privada con Sistema Abierto)
5. En cuanto a las prácticas y procedimientos rutinarios solicite que:
· No se me realice el rasurado de mis genitales
· No se me administre enema alguno.
· No se me coloque una Vía Externa preventivamente.
· No se restrinjan líquidos y/o alimentos.
· No se realicen tactos varios y por distintas personas. Que estos sean los estrictamente necesarios. (para Hospital Público ó Clínica Privada con Sistema Cerrado)
· No se realicen monitoreos electrónicos continuos. Usar preferentemente el estetoscopio fetal o Corneta de Pinnard para monitorear la frecuencia cardíaca fetal de manera intermitente (no continua).
· No se me administre Oxitocina Sintética ó Prostaglandinas Vaginales
· No se me realice desprendimiento de membranas para acelerar el trabajo de parto.
· No se rompan las membranas artificialmente para acelerar el trabajo de parto
· No se limiten mis movimientos
· No se me obligue a adoptar alguna postura en especial en la dilatación o el expulsivo.
· No ser colocada en posición de litotomía (acostada boca arriba).
· No se realice dilatación manual del cuello del útero.
· No se realice masaje ni estiramiento del periné.
· No se me administren anestésicos o analgésicos si no los solicito.
· No se me administre anestesia local preventivamente para una posible episiotomía
· No se me realice una episiotomía de rutina.
· No se me extraiga manualmente la placenta, esperar el tiempo necesario para que sea expulsada naturalmente.
6. En todo momento deseo que:
· Se facilite mi participación activa como protagonista de mi parto y de mi acompañante.
· Elegir libremente como transitar el trabajo de parto: caminando, bailando, en el agua, comiendo, bebiendo, paseando, etc.
· Se respete la posición que elija durante el trabajo de parto y el parto sin que se me imponga una postura determinada en la dilatación o en el expulsivo.
· Poder expresar libremente mis emociones: jadeando, llorando, gritando, riendo, cantando, etc.
· Utilizar métodos no farmacológicos de alivio del dolor como: masajes, relajación, respiración, etc.
· Que se respete el tiempo que necesito para parir y del mi hijo para nacer, incluido si preciso una pausa entre dilatación y expulsivo (o si éste dura mas de 1 hora.)
· El ambiente en sala de partos de intimidad, silencio y respeto por lo que sólo deseamos que ingresen los profesionales estrictamente necesarios, que la luz sea tenue, que la temperatura sea la adecuada para recibir a mi hijo (mayor a 26 grados), poner música si lo deseo, utilizar aromaterapia si lo deseo, etc.; y que se eviten todo tipo de interferencias visuales, auditivas o burocráticas respetando mi estado de instrospección.
· Se respete mi tiempo para la expulsión de la placenta y esta me sea entregada si así lo deseo.
· En caso de Operación Cesárea, que mi acompañante y una partera estén en el quirófano conmigo.
· Si es una cesárea que la incisión sea transversa suprapúbica (Pfanenstiel)
7. Respecto a la llegada de nuestro/a hijo /a a este mundo deseamos tal como lo recomienda la Normativa para todos los recién nacidos vigorosos:
· Se respete su tiempo para nacer, y su capacidad de rotar y salir por sí mismo.
· Una vez nacido se lo coloque inmediatamente encima de mí, se lo seque y se nos cubra a ambos con una toalla seca o manta para que no pierda calor.
· Se realice ligadura oportuna o clampeo tardío del cordón umbilical.
· Los procedimientos de rutina se realicen después de que haya tenido sus primeras interacciones con sus padres.
· Se conserve una muestra de sangre del cordón umbilical para los estudios correspondientes.
· No se le realice aspiración de la vía aérea ni exploraciones esofágicas ni rectales mediante la introducción de sondas.
· No se le coloquen gotas de nitrato de plata en los ojos, sino un antibiótico "Eritromicina" que cumple la misma función y después de las primeras horas para no perturbar el contacto visual.
· Le sea suministrada la vitamina k vía oral. Comprometiéndome a completar el plan una vez de alta.
· No se le administre vacuna alguna sin nuestro consentimiento.
· No reciba suministro alguno de soluciones glucosadas ni leche de fórmula, así como tampoco tetinas o chupetes. (si la madre desea que su hijo/a utilice chupete puede especificarlo para no recibir presiones en contrario)
· Que se respete su tiempo para iniciar la lactancia naturalmente
· En caso de necesitar alguna atención o tratamiento especial por alguna complicación o patología nuestro hijo/a estará las 24 horas con alguno de nosotros dos. Sea cual fuere el procedimiento que deban realizarle. Y se lo alimentará únicamente con leche materna.
· Si por algún motivo mi hijo/a debiera necesitar tiempo en incubadora deseamos utilizar el método "mamá canguro" y no la incubadora.
8. Durante mi estadía en la institución deseo que se respete nuestra intimidad y necesidad de descanso.
Por último solicito se responda por el recibimiento de esta nota, por la misma vía que se ha recibido la presente y LE SEA COMUNICADO TEXTUALMENTE AL PERSONAL DE LAS AREAS INVOLUCRADAS.
Sin otro particular, y agradeciéndole desde ya su disposición y atención lo saluda a Ud. muy Atte.
Firma: Obra Social ó Prepaga:
Nombre y Apellido: Nº de Afiliado:
Nº y Tipo Documento: Fecha actual:
Fecha de Nacimiento: Teléfono:
Domicilio:
Por el derecho a un embarazo, parto y nacimiento respetados y seguros
54-11-4794-0839 / 4733-9620
info@dandoaluz.org.ar www.dandoaluz.org.ar
Buenos Aires – Argentina
¿Qué es Dando a Luz? Dando a Luz es una Organización No Gubernamental (ONG), Asociación Civil sin fines de lucro fundada en el año 2000, en Buenos Aires, Argentina (Personería Jurídica IGJ Nº 000730). Integrada por mujeres, que trabaja por la promoción y la defensa de nuestros derechos como usuarios, ciudadanos y seres humanos a un embarazo, parto y nacimiento respetados y seguros, en la conciencia de que estos procesos son naturales y fisiológicos, con sentimientos, expectativas, temores y creencias que deben ser respetuosamente acompañados y asistidos en cada caso.
¿Para qué? Para que todas las personas, hombres y mujeres, podamos elegir igualitariamente, con conciencia e información de qué manera deseamos transitar estos momentos fundantes de nuestras vidas, con la tranquilidad de un acompañamiento y asistencia respetuoso y seguro; y ejerciendo plenamente nuestros derechos.
1. Derecho a la información: Libre acceso a toda la información existente y necesaria sobre derechos, fisiología, rutinas, sistemas de atención, índices de cesáreas, episiotomías, anestésicos, controles mínimos en el embarazo, etc.
2. Derecho a decidir (Consentimiento Informado): La mujer tiene derecho a decidir que se hace sobre cuerpo habiendo recibido toda la información de manera clara acerca de las prácticas y procedimientos (qué, por qué, para qué, cómo, alternativas, etc.) que se pretenden realizar. Y los padres acerca del recién Nacido.
3. Derecho a la libre elección del lugar para parir: Que el sistema público de salud, las obras sociales, los sistemas de medicina prepaga garanticen la cobertura de atención profesional e instrumental donde elija la mujer y su familia: hospital, sanatorio, maternidad o el hogar.
4. Derecho a estar acompañada: Durante los controles en el embarazo, el trabajo de parto y el parto la mujer tiene derecho a estar acompañada por una persona de sus afectos.
5. Derecho a elegir libremente como transitar el trabajo de parto: caminando, bailando, en el agua, comiendo, bebiendo, paseando, etc.
6. Derecho a elegir libremente la posición para parir: Sentada, semi-sentada, parada, en cuclillas, etc.
7. Derecho a expresar libremente las emociones: jadeando, gritando, riendo, llorando, gimiendo, etc.
8. Derecho a permanecer juntos: Desde el instante del nacimiento la mujer y su bebé tienen derecho a permanecer las 24 horas juntos aún si lo tienen que examinar e incluso en caso de operación cesárea.
9. Derecho del Recién Nacido a ser tratado con respeto y amor: El Recién Nacido tiene derecho a no ser sometido a prácticas y procedimientos rutinarios, invasivos, agresivos y en la mayoría de los casos innecesarios como: el corte inmediato de cordón, la aspiración de secreciones, la sonda naso gástrica, la sonda anal, la vitamina K inyectable, el nitrato de plata en los ojos, medida, peso, baño, etc.
10. Derecho del Recién Nacido a ser amamantado desde el instante del nacimiento: El Recién Nacido tiene derecho a ser amamantado desde el instante del nacimiento y a no recibir suministro de soluciones glucosadas ni leche de fórmula, así como tampoco tetinas o chupetes.
11. Derecho a una licencia por maternidad que contemple las verdaderas necesidades de la madre y el bebé: La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda lactancia exclusiva hasta los 6 meses de vida. Para ello consideramos que es necesario promover la prolongación de la Licencia por Maternidad, mínimo, hasta los 6 meses de vida del bebé, garantizando así el derecho del niño a una alimentación adecuada.
¿Por qué? El actual modelo de atención en el parto y el nacimiento en la mayoría de las instituciones tanto públicas como privadas dificulta, medicaliza y violenta innecesariamente un acontecimiento que es natural, íntimo y familiar.
Madre, padre e hijo recién nacido, que son los verdaderos protagonistas, pasan a un plano en donde no son consideradas sus necesidades básicas de bienestar y protección en salud así como tampoco los aspectos emocionales, psicológicos y sociales indispensables para una adecuada atención. En algunas instituciones ni siquiera se cuenta con el equipamiento tecnológico mínimo para tratar de detener hemorragias puerperales, ni material descartable y estéril para evitar infecciones, dos de las principales causas de mortalidad materna a nivel mundial
¿Qué hacemos? Encuentros mensuales gratuitos y abiertos a la comunidad: LOS SEGUNDOS LUNES DE CADA MES DE 9,30 A 11 HS Y LOS SEGUNDOS MIERCOLES DE CADA MES DE 17 A 18,30 HS EN MONTAÑESES 1977 CAP. FED. (A UNA CUADRA DE BARRANCAS DE BELGRANO)
· ENCUENTROS DE SALUD PERINATAL para profesionales y usuarios (gratuitos)
· Difusión de material informativo, en forma de cartillas, acerca de los derechos básicos que tenemos los seres humanos, como los específicos en el campo de la atención en salud.
· Préstamo de bibliografía sobre concepción, embarazo, parto, nacimiento, puerperio, lactancia, crianza y otras temáticas vinculadas al campo de la salud.
· Página Web
· Producciones audiovisuales
· Integramos y coordinamos en Argentina (REARHUPAN) la Red Latinoamericana y del Caribe por la Humanización del Parto y el Nacimiento
(RELACAHUPAN - www.relacahupan.org )Si te interesa integrarte o participar acercate o comunicate con nosotros, que por supuesto serás bienvenida/o. Nota: Si querés estar informada/o de las actividades por correo electrónico escribinos que te subscribimos a nuestra lista.
COMO SE ASISTE UN PARTO EN CASA
Consuelo Ruiz Velez-Frías
Autora de "Cartilla para aprender a dar a luz". Editorial Thalassa
EL PERÍODO DE DILATACIÓN
Lo más importante, lo verdaderamente decisivo en el parto, es la mujer que va a parir, porque de su actitud dependen muchos factores, para bien o para mal.
El parto no es sino la última etapa del largo y complicado proceso de reproducción vivípara, una simple función fisiológica en la que el papel de la mujer, durante el embarazo es completamente pasivo e indoloro y se reduce a proporcionar al embrión y al feto el alojamiento idóneo, hasta su nacimiento, así como los materiales precisos para su construcción y desarrollo, pero una vez finalizado el embarazo, la mujer puede y debe participar en el parto, de manera voluntaria, consciente y enterada.
El parto en casa es siempre decisión de la mujer y hay que contar con ella para todo y en todos los momentos, porque es ella quién pare y tiene un innegable derecho a hacerlo a su gusto.
El papel de la matrona no puede ser otro que asegurarse de que el parto es eutócico, vigilar que su evolución sea la normal y aconsejar a la parturienta sobre la mejor manera de realizar la función.
Es muy importante comprobar que el estado físico de la mujer es óptimo y que se trata de una pelvis normal. Como dato importante de normalidad, podemos, a simple vista identificar el rombo de Michaelis que si es regular se puede presumir que la mujer tenga una pelvis completamente normal. "Las cuatro maniobras de Leopold" nos proporcionan datos precisos sobre la posición y presentación fetal, así como sobre el tamaño del feto, en relación con la pelvis materna y hay que hacerlas siempre, de forma suave y paciente porque tienen verdadera importancia en la diágnosis del parto en casa. La matrona debe estar bien segura de la normalidad de un parto, antes de encargarse de él.
Sigue, en orden de importancia, el estado fetal, la vigilancia del latido cardíaco fetal. ¡Ojalá que se popularice el uso de aparatito llamado Sonicain, un simple amplificador de sonidos! Si la parturienta pudiera disponer de un aparatito de esos, ella misma podría vigilar el estado del niño, enseñándola que debe hacerlo en la pausa entre contracciones, no en el acmé de la misma, para que el dato sea fiable, pues durante éste, la frecuencia e intensidad del latido, suele variar. Lo más importante de un parto es que el feto no sufra un parto traumático que pueda acarrearle secuelas, a veces, graves y duraderas.
Los recién nacidos y los bebés, tienen una capacidad de recuperación maravillosa. Yo lo aprendí asistiendo partos y eso me sirvió para no asustarme y darlo todo por perdido, en casos de sufrimiento fetal.
Desde luego, no se debe empezar un parto en casa, con un feto que sufre, sino que hay que averiguar, cuidadosamente, la causa del sufrimiento y tratar de hacerla desaparecer, pero si todo está en orden, la matrona no tiene que estar las horas muertas al lado de la parturienta, esperando, sino que es la mujer quién debe hacerse cargo de su propio parto, cuyo desarrollo minucioso debe conocer.Por ejemplo, tradicionalmente se ha dividido el parto de forma bastante simple, en tres períodos, dilatación, expulsión y alumbramiento y eso es lo único que la mujer sabe del mecanismo del parto. Pero cada uno de esos tres períodos está subdivido y conviene que la embarazada lo sepa.
Antes de comenzar a dilatarse el orificio uterino, hay una fase previa de ablandamiento del cérvix y formación del segmento inferior del útero mediante el cual las fibras musculares uterinas se disocian y forman dos grupos que se comportan muy diversamente. Las fibras longitudinales, contráctiles, empiezan débil y desorganizadamente su trabajo, contrayendose y tirando del cérvix, de abajo a arriba, de forma suave y discontinua. Estas primeras contracciones, llamadas pródomos del parto, provocan achatamiento, endurecimiento y reducción del tamaño del útero, dentro del cual, el huevo humano empieza a presionar, de arriba a abajo.
Por lo general, la embarazada tiene una idea muy errónea del trabajo del parto, cree que con muy pocas contracciones el cérvix se dilata lo sufiente como para permitir el paso del feto y que la salida del mismo es inminente y tan rápida como un disparo de fusil. No tiene ni la menor idea de que natural y fisiológicamente, a la dilatación precede un período de reblandecimiento del cérvix. Tampoco sabe que para que se amplie el orificio cervical, primero se tiene que aplastar contra el polo inferior del útero, incorporándose a él, para formar parte del segmento uterino inferior.
Si al llegar al período de dilatación, el saco amniótico ha permanecido íntegro, que es muy deseable, porque está destinado a representar un papel importantísimo en la dilatación, pues apenas se ha agrandado algo el orificio cervical, a impulsos de la presión que, a consecuencia de la contracción sufre el líquido amniótico, una pequeña parte de la bolsa se introduce en el orificio cervical y, a cada contracción lo va expandiendo, circularmente.
De esta forma, la dilatación completa se efectúa, gracias a tres fuerzas, la fibra muscular uterina que tira, de abajo a arriba, el huevo humano con el feto dentro, que, atraído por la fuerza de gravedad de la Tierra, empuja, de arriba a abajo y la parte de la bolsa introducida en el orificio, que a cada contracción se hincha y aumenta de tamaño, porque, el líquido contenido en ella toma presión y agranda el orificio todo alrededor.
La dilatación normal de orificio uterino se efectúa de esta forma, naturalmente y en el parto en casa está contraindicada cualquier manera artificial de llegar a ella, tanto goteos, inyecciones o pastillas sublinguales, como la dilatación manual.
Es preferible esperar y que sea la Naturaleza la que ejecute espontáneamente ese trabajo. A veces, los occitócicos tienen efectos inesperados y hay que evitar, a toda costa, que se produzca la menor complicación. Mi experiencia es que la dilatación natural, si se realiza en un cérvix debidamente reblandecido, es muy soportable, a pesar de ser la parte peor del parto y no hace falta que las contracciones sean fuertes y seguidas. Yo he visto, muchas veces, llegar a la dilatación completa con contraciones tan suaves que la mujer creía que "aún no era parto".
La dilatación digital, es muy molesta y dolorosa para la parturiente, hay el peligro lejano de rotura o infección y es casi seguro de que el cérvix se edematice, pues no está hecho para ser manoseado.
Además, lograr la dilatación completa, no es finalizar el parto porque es imprescindible que los diámetros del cráneo fetal y los de la pelvis materna, sean compatibles.
No es cierto que los huesos de la pelvis "crujan y se separen" durante el parto. Los huesos de la pelvis de una mujer en edad fértil están firmemente soldados y no hay gimnasia, ni fuerza humana que pueda separarlos . Para que el parto se realice por el diámetro más adecuado hay que cambiar de posición la cabeza fetal, que es la única parte movible y es el propio feto quién sabe y puede hacerlo, gracias al instinto de nacer que posee el feto a término. Pero para que pueda llegar al período expulsivo en las debidas condiciones, hay que consentirle que haga sus cuatro movimientos en paz. Empezar los "pujos" con el feto en posición incorrecta, es como intentar meter un palo atravesado por una ventana y si la cabeza fetal está debidamente rotada y flexionada, los "pujos" suelen ser innecesarios porque el feto debe salir solo, gracias a la contracción de los músculo abdominales.
La matrona tiene que concienciarse de que el parto lo hacen entre el feto y la madre. Mientras en el útero materno se está efectuando la dilatación, el feto se va colocando en la posición debida para descender en la cavidad pelviana, camino de la salida.
Yo tuve la suerte de aprender a vigilar el parto así, al mismo tiempo que escuchaba el latido cardiaco fetal, calculaba a qué plano estaba llegando la presentación y cuantos centrímetros de dilatación tenía el cérvix, matando dos pájaros de un tiro y evitando a la parturiente la molestia de los reconocimientos internos de los que yo guardaba muy mal recuerdo, de cuando nació mi única hija.
EL PERÍODO EXPULSIVO
Este temido período, del que las mujeres no se quieren enterar y en el que, ahora, ponen anestesia epidural, en el hospital, en todos los casos, no es, paradójicamente, lo más doloroso de un parto que haya transcurrido normalmente. Cuando el orificio uterino ha alcanzado su dilatación total, hay datos que así nos lo indican. En primer lugar, las contracciones uterinas cesan, como si cumplida su misión, el útero comunicara "Bueno, la puerta ya está abierta, ahora qué más hay que hacer."
Si la mujer ha transcurrido el tiempo empleado en la dilatación deambulando y alternando períodos en los que permaneció, en pie o sentada, es decir, si no lleva horas acostada boca arriba, postura que no la habrá favorecido en absoluto, el feto cae, por su propio peso, dentro de la vagina y con ello comienza el período de expulsión.
Un dato seguro, visible a simple vista es que el periné empieza a abombar, esto es, se empieza a formar, a sus expensas, el canal blando del parto. El periné, como otros órganos y partes del organismo, tiene en éste dos funciones. Una pasiva, cerrar el abdomen por su parte inferior, conservando en su debida posición las vísceras contenidas en el mismo y, en la etapa final de la procreación, en el parto, entra en su parte activa, convirtiéndose en el canal blando del parto, cuya misión es frenar el impulso ejercido sobre el feto por los músculos abdominales para que la salida del feto, el tremendo paso de un mundo a otro se haga con suavidad, dulcemente y no de sopetón y dé tiempo a preparar el ambiente para que el nacimiento sea lo menos traumatizante posible para el feto.
La cabeza fetal empieza a salir por el occipucio y va progresando, lentamente, milímetro a milímetro, protegida por el periné, que va retrocediendo poco a poco.
La episiotomía no sólo es innecesaria, sino perjudicial, pues si la cabeza sale bruscamente, sin protección alguna, posiblemente sean muy desagradables, para el recién nacido, la luz, el aire y el ruido.
La acción protectora del periné se ve reforzada con la maniobra de Olshausen, más moderna que la clásica de Bumm y creo que preferible y que es la que yo utilizaba, pues al mismo tiempo que la mano derecha impide la deflexión de la cabeza fetal y la salida brusca de las eminencias frontales, el pulgar de la mano izquierda protege suavemente la horquilla, la zona del periné que más peligro tiene de desgarro, pero que en caso de que se produjera, un punto de cagut suele bastar para suturarlo, porque no habrá interesado la complicada trama muscular del periné.
En el período expulsivo están contraindicados no sólo la brutal expresión de Kristeller, sino también los "pujos", pues los músculos abdominales, muy bien entrenados por ejecutar diariamente funciones muy semejantes a la expulsión fetal, saben como hacerlo suave y pacientemente.
No hay necesidad de correr asistiendo un parto en casa, en realidad, en la vida, no hay necesidad de correr para nada ni de hacer ninguna cosa deprisa, si se quiere que salga bien, dice el refrán "Despacito y buena letra" y así se debe asistir el parto en casa, sabiendo lo que tiene que pasar y esperando a que pase, sin nerviosismo ni precipitación.
EL PERINÉ
Uno de los mejores, acaso el mejor, de todos los tratados de obstetricia en los que estudié, fue el del profesor Bumm en el que se explica, de manera clara y correcta la forma de proteger el periné contra los desgarros, procedimiento que todas las matronas de mi época, cuando había Escuela oficial, carrera independiente y Colegio Profesional de las mismas, utilizábamos, después de haber aprendido cómo se hacía, técnica y prácticamente.
Además, yo quise ampliar mis conocimientos sobre la protección del periné y compré un libro que aún conservo, titulado "Las peritomías", debido a la pluma del doctor Colmeiro Laforet y publicado, en Burgos, en 1943. ¡Lástima de dinero que me gasté en una época que disponía de tan poco! Porque, después de enterarme de cómo era el periné, qué músculos lo componían y cuál era su misión en el organismo, confieso, humildemente, que no me atreví, en ningún parto, de los muchos que he asistido, a esgrimir las tijeras para realizar una episiotomía, no solamente porque no estaba segura de que mi perinorrafia fuera a dar los resultados apetecidos, sino también porque me daba repeluzno cortar en un sitio tan íntimo y delicado a un ser tan semejante, tan igual a mí, que era como si me estuviera cortando a mí misma.
Como mal menor, decidí intentar por todos los medios a mi alcance que no hubiera desgarro y las contadas veces que no lo conseguí, siempre fuera un insignificante desgarro de horquilla para suturar el cual bastaba con un solo punto de cagut.
Me propongo contar de qué manera protegía yo el periné, con resultados bastante satisfactorios, para evitar desgarros en los partos asistidos en casa. En mi más tierna infancia, mi buena madre me enseñó a observar, a escuchar y a pensar, me enseñó que todo tiene, un motivo, un origen, un principio y que, en ellos debemos apoyarnos para evitar contratiempos y fracasos.
Para evitar que se desgarre el periné, hay que hacerse, ante todo, estas dos preguntas:
· 1.- ¿Por qué se desgarra el periné?
· 2.- ¿En qué momento del parto se desgarra?
Se conoce con el nombre de periné, el conjunto de tres capas de músculos que forman el suelo de la pelvis y tiene, en el organismo, un doble papel, cerrar, por su parte inferior la cavidad abdominal y "abrir la puerta" en los casos en que el útero, el recto o la vejiga tienen que vaciar su contenido. Es extraordinariamente flexible y sus complicada musculatura está dotada de un mecanismo autónomo cuyo funcionamiente es semejante al de los demás órganos del cuerpo. Bajo la dirección del cerebro, sus fibras trabajan estirándose o encogiéndose y con ese trabajo consumen oxígeno y energía y producen cansancio y anhídrido carbónico y, por supuesto, en condiciones normales, no causan dolor.
El periné ejecuta dos tareas muy importantes, una pasiva y otra activa. Cierra la cavidad abdominal, por su parte inferior y toma parte activa en el parto estirándose, relajándose, ampliándose y formando parte del último trayecto que el feto debe recorrer, el canal blando del parto que ejerce un suave y necesario efecto de frenado protector, para que la cabeza fetal se desprenda por grados, lentamente y no hay ningún peligro para la seguridad del feto en que lo haga así porque la oxigenación de la sangre fetal está asegurada por la persistencia en la circulación sanguínea en el cordón umbilical.
1.- Porqué se desgarra el periné en el parto.
En la actual civilización, en la que sobre el parto se saben ya muchas cosas, no es admisible llegar a la conclusión que el periné se desgarra siempre y "porque si" y que el único modo de evitarlo sea realizar una amplia episiotomía, seccionando la complicada anatomía de la zona, acaso sin estar completamente seguros de ser capaces de reconstruirla, músculo a músculo, de forma que el periné pueda, en el futuro, seguir desempeñando las funciones que le están encomendadas.
El periné no es nunca, no puede serlo, precisamente por su elasticidad, obstáculo para el parto, ni siquiera cuando tiene cicatrices, que lo endurecen y reducen, más o menos, su capacidad de dilatación, siempre se rompe antes que impedir que el feto salga.
Dado que ninguna parte del cuerpo funciona independientemente del resto del organismo, cabe la sospecha de que si el parto no ha seguido desde su comienzo un desarrollo natural, sino que se ha precipitado y manoseado, es muy posible que la musculatura perineal no haya tenido tiempo de enterarse de que el feto iba a salir y que tenía que prepararse para que éste pudiera hacerlo de forma suave, sin violencia, poco a poco, dando tiempo a que se forme el canal blando del parto, sin "enmendar la plana" a la Naturaleza, suprimiéndolo de un tijeretazo.
Yo me he pasado la vida aprendiendo cosas, recordando lo aprendido y tratando de aplicarlo. De 1950 a 1960, esto es, durante diez años estuve prestando mis servicios como Matrona de salidas en la Beneficencia Municipal de Madrid y tuve ocasión de ver bastantes mujeres que habían dado a luz en sus domicilios sin asistencia y, aunque parezca increíble, nunca hubo que suturar desgarros a ninguna, pues a pesar de no haber tenido protección, el periné había desempeñado perfectamente, su papel en el parto, había cumplido la misión para la que fue creado, lo que me hizo pensar mucho sobre la inutilidad de la episiotomía y, si me apuran un poco, de la protección del periné, cuando no se interviene en el parto, sino que se consiente que evolucione de forma natural.
Es posible que la manera en que se haya conseguido llegar a la dilatación completa tenga una influencia decisiva en la elasticidad del periné, requisito indispensable para que no se produzca desgarro. Esta cuestión es algo sobre lo que las futuras matronas deberían investigar a fondo, ¡suponiendo que sigan existiendo matronas! Por mínimo que sea el desgarro, es un incidente desagradable, tanto para la parturiente, como para la matrona. Lo ideal debe ser que, después del primer parto, el periné de la puérpera quedase como si no hubiese parido.
Previo al parto, hay un período que se llamaba pródomos del parto, durante el cual, por medio de contracciones, débiles, fugaces y desorganizadas, se forma o acaba de formarse, el segmento inferior del útero para conseguir el indispensable reblandecimiento del cérvix, previo a su aplastamiento, borrado y dilatación. Si no se ha prestado la debida atención a esta fase del parto, ignorándose que de ella dependen, a veces, el éxito o el fracaso de la función, la dilatación de un cérvix resistente y duro, será más larga y difícil. En cambio, si el cérvix estaba blando, el período de dilatación habrá transcurrido, con la colaboración inteligente de la embarazada, sin nervios y sin prisas.
Si se ha respetado el ritmo natural de la dinámica uterina, si la parturienta se ha resignado a aguantar las contracciones sin resistirse a ellas, sino ayudándolas por medio de la postura y de la respiración adecuadas, las contracciones habrán sido, todo lo más molestas, pero sin llegar a ser dolorosas, y el largo y engorroso período de dilatación habrá transcurrido con sensatez, con optimismo y con la información debida. Si se ha esperado, no sólo a que la dilatación fuera completa, sino a que el feto haya realizado los movimientos necesarios para iniciar el período expulsivo, en la debida posición, lo más probable es que el periné no presente ningún problema, que se preste, eficazmente a desempeñar su papel de canal blando del parto y que su relajación permita el paso, sin desgarro ni laceración de los diversos diámetro del feto, que debe presentar, a su salida, el bi-occipital, que es el menor, flexionando, de forma espontánea, la cabeza sobre el tórax.
2.- En que momento del parto se desgarra el periné.
Lo natural, lo normal es que la cabeza se vaya desprendiendo poco a poco, milímetro a milímetro, conforme el canal blando del parto va retrocediendo, el periné recobrando su dimensión y el anillo vulvar va cediendo, pero cuando ya ha salido la parte posterior, desde la coronilla a la frente y el feto ejecuta el tercer movimiento, esto es, el de deflexión, con la salida brusca de las eminencias frontales, el periné corre peligro de desgarrarse y hay que evitarlo por medio de una protección correcta.
En caso de feto grande o primípara añosa, es recomendable la maniobra, más moderna de Olshausen, en sustitución de la clásica, de Bumm, que era la que siempre se hacía en todos los partos.
EL ALUMBRAMIENTO
El alumbramiento no es sinónimo de parto, sino la etapa de éste en que, una vez nacido el feto, se expulsa la placenta y las membranas que forman el saco amniótico. El alumbramiento se produce por medio de contracciones uterinas y suele tardar de 15 a 20 minutos, desde la expulsión fetal porque el útero tiene que recuperarse, de la fatiga del parto y adaptarse a su nueva dimensión.
Antiguamente se pensaba que la permanencia de la placenta dentro del útero era peligrosa porque tenía vida y movimiento propio y podía trasladarse por el organismo, llegar a órganos vitales y provocar la muerte. Si pasados unos minutos no salía, había que sacarla, aunque no se recomendaba hacerlo tirando del cordón umbilical porque ya se sabía que ello podía provocar una inversión uterina, sino que metían la mano dentro del útero y arrancaban la placenta de su inserción, rascando poco a poco. Hasta que el célebre cirujano inglés José Lister (1827/1912) publicó su libro: "Cirugía antiséptica y Teoría de los Gérmenes", supongo que la infección puerperal sería la natural consecuencia de las maniobras para lograr el desprendimiento manual de la placenta, porque los guantes de goma no se inventaron hasta 1898.
Ahora nos horrorizamos de las técnicas obstétricas de antaño, pero, a veces me pregunto qué pensarán las gentes de los siglos venideros de las modernas técnicas actuales.
Yo he asistido la mayoría de los partos a domicilio, entre clientela modesta y sola, aunque tenía la opción de consultar al tocólogo o acompañar a la parturiente a un lugar donde pudieran resolver, con las debidas garantías, cualquier problema obstétrico. Además de numerosas Maternidades, esto es, clínicas especialmente dedicadas a la obstetricia, donde, para más seguridad en la asepsia no se admitían mujeres verdaderamente enfermas, aunque se llamaba "enfermas" a los parturientes y a las puérperas, yo tuve en honor de inaugurar, en la calle Montesa de Madrid, al principio de los años 50, el "Equipo Tocoginécologico Municipal de Urgencia, número 1", al que siguieron, al poco tiempo, otros dos "Equipos", números 2 y 3, en distintos barrios de Madrid, donde un plantel de especialistas, reclutados mediante oposición, solucionaban de manera rápida y eficaz, cualquier caso obstétrico difícil, para lo cual se contaba con medios y experiencia suficientes.
Entonces era fácil asistir partos en casa porque nos sentíamos respaldadas por los conocimientos que habíamos adquirido en una "Escuela Especial, por nuestro título y nuestro Colegio Profesional independiente, por el consenso de una población la de comadrona era una profesión libre, reconocida como benemérita y necesaria y, en último término, Centros donde especialistas muy cualificados, nos ayudaban a resolver dificultades, actuando, mayoritariamente, como maestros y no como críticos.
No hay más remedio que reconocer que la Sanidad Oficial Española,
que suprimió, ilegalmente, de un plumazo, una profesión legalmente establecida y el derecho de la mujer a parir naturalmente, lleva camino de conseguir sus propósito de convertir el parto en un acto médico y, cada vez con más frecuencia, quirúrgico porque parir en casa hoy es rarísimo y muy arriesgado porque ni la mujer ni la matrona están preparadas para ello.
La embarazada está archiconvencida de que el parto es una grave enfermedad, de que tanto ella como su bebé corren un gran peligro, del que sólo pueden salvarse en un gran hospital, entregándose en manos de un numeroso Equipo que dispone de drogas, máquinas, instrumentos e intervenciones para sacarlas del atolladero. Una propaganda machacona, desaforada e inexacta se lo ha hecho creer así. El embarazo, lejos de ser, como en el pasado, "un don de Dios", se ha convertido en la tremenda amenaza de un peligro que fatídicamente llegará. No es extraño que la pobre embarazada llegue aterrorizada al parto, sumisa y obediente a mandatos que, no sólo van a salvar su vida, sino también la de su hijo y vaya al hospital con la idea de que es esa la "única solución posible", de que la Seguridad Social no financia el parto en casa porque no es recomendable parir naturalmente.
Las escasas embarazadas que, amparadas en el ejemplo de sus madres y abuelas, así como en los casos de gentes sin hogar o emigrantes que dan a luz solas, sin asistencia alguna porque ya no hay Maternidades ni "Equipos" donde las mujeres sin recursos puedan dar a luz, lleguen a pensar que el parto no debe ser tan peligroso como dicen, que "no es tan fiero el león como lo pintan", osen quedarse a parir en casa, contando con ella y con una familia y unos medios que le permitan sufragar los gastos de "un parto de lujo", según criterio oficial, no serán consideradas como gente normal, sino, según las opiniones, como heroínas y émulas de aquellos primeros cristianos que se dejaban devorar por las fieras en los circos romanos o como fanáticos paganos que sacrificaban a sí mismos y a sus hijos, a crueles ídolos en que creían a pie juntillas.
Yo que siempre he considerado el parto como un acontecimiento fausto, que siempre he acudido a asistirlo con alegría, fuera cual fuere la forma en que hubiera de verificarse y las consecuencias que el nacimiento fuera a tener, a veces siento una gran preocupación por mis modernas colegas, por quienes han sentido, como yo, el gusanillo de ayudar al prójimo y de ponerse de parte de la verdad, por encima de todo.
La verdad es que el parto es la consecuencia, la última fase del proceso de reproducción vivípara, mucho más complicado y con más motivos de dolor y de peligro en las etapas anteriores, en las que no duele y la embarazada no tiene más dolor que la preocupación de que ha de llegar, inexorablemente, el temido parto y lógica, razonablemente, no se le debía tener miedo, pero la matrona que se arriesga a asistir partos a domicilio, es como si se colocara fuera de la Ley, como si el parto en casa fuera un contrabando.
Acaso sobre ella penda, también, la tremenda "espada de Dámocles" que lo hace sobre la cabeza de cada embarazada, aquel "lo que pueda pasar", el pánico cerval a algo que no se sabe lo qué es, pero algo terrible que puede pasar en casa y que nunca ocurrirá en el hospital.
Creo que yo no sería capaz de asistir correctamente al parto en un ambiente como en el que posiblemente lo hacen mis indefensas, mis desvalidas colegas a quienes siempre he querido, admirado y defendido.
Comprendo que hayan tan pocas matronas que asistan partos en casa, que tengan miedo de hacerlo porque si sucediera "lo que puede pasar" que, a juzgar por el miedo que inspira, debe ser una hecatombe. La pobre matrona que asistió el parto no tendría defensa posible, porque la embarazada que no quiera parir en el hospital, bien porque no lo juzgue sitio aparente para ello o porque esté convencida de que el parto es un acontecimiento íntimo y natural que debe realizarse en un marco adecuado, tiene la solución de parir en una clínica privada en la que "lo que pueda pasar" sea casi imposible y en la que, si por verdadera casualidad, algo indeseado pasa, la responsabilidad no será de la matrona porque ella cumplió con su deber al prestar sus servicios en un establecimiento y no como profesional libre.
Ha sido pensando, en que matronas como yo, puedan verse en dificultades y en apuros por lo que me he decidido a explicar qué es lo que hacía yo, cómo asistía los partos, cómo evitaba las complicaciones y solventaba las dificultades.
No se me oculta que la situación ha cambiado, que a veces, parece como si viviéramos en otro mundo en el que muchos "tabús" y también muchos valores han desaparecido y no se sabe aún si una cosa compensa a la otra. El parto, la madre, los hijos, la familia, la casa, etc. etc., ya no tienen las mismas connotaciones que antes, ni las personas tenemos las mismas categorías, los mismos conceptos rígidos, en los que se apoyaban las diferencias.
Hace muchos años, Carlos Gardel popularizó un tango que decía "Siglo XX, cambalache problemático y febril...." Lo conservo todavía en mi memoria y me parece que fue profético, sobre todo en la segunda mitad del Siglo XX, en la que parecía que todo lo aprendido, todo lo probado y experimentado, no valía para nada en un mundo nuevo en el que el dinero y una "ciencia" moderna, en manos de unos pocos ambas cosas, sean los señores feudales de hogaño y el resto de los mortales seamos sus siervos, sometidos, sin remedio, a sus leyes y mandatos.
No obstante, por si a alguna colega pudiera servirle de algo, voy a explicar cómo se produce, fisiológicamente, el alumbramiento y de qué manera me las ingeniaba yo para acelerarlo y evitar sus posibles retardos, molestias y peligros.
Yo sabía que la placenta estaba fuertemente adherida a la pared uterina por innumerables venas y arterias, que se comunicaban con el feto por medio del cordón umbilical para hacerle llegar el oxígeno y los nutrientes necesarios para su desarrollo y su crecimiento y retirar de la sangre fetal los productos de desecho para que, recogidos en la placenta, el sistema venoso de la madre se encargase de eliminarlos. Que la placenta se había formado espontáneamente, a costa de las vellosidades coriales que habían logrado inserirse en la mucosa uterina, especialmente preparada para ello durante la fase foliculínica del ciclo mensual de la mujer en edad fértil, sabía que su formación y desarrollo se verificaba a protegida por la progesterona que el propio organismo de la embarazada se encargaba de producir y, por último sabía que la placenta había sustituído al alantoides, cuando el embrión se había convertido en feto, para mayor garantía del desarrollo y crecimiento de éste. También sabía que, una vez nacido el feto, el papel de la placenta era ya inútil y el organismo de la madre se desprendería por sí mismo de ella. Desde luego, las matronas antiguas sabíamos muchas cosas que modernamente se consideran inútiles, para que las conozcamos, ni nosotras ni la embarazada.
El "vicio" de pensar que me inculcó mi madre a muy temprana edad, me incitó a enterarme de que modo y manera que desprendía el itero de la ya inútil placenta, una vez nacido el bebé. En los libros de obstetricia aprendí que el útero se libraba de la placenta por uno de estos dos mecanismos:
· a) Tipo Schultze. en el que la placenta empieza a desprenderse por la parte central, permaneciendo adherida al útero por los bordes. La sangre procedente de los vasos rotos forma en el interior del útero, en el centro de la placenta el llamado coágulo retroplacentario, cuyo peso hace que la placenta complete su desprendimiento, desde el centro hacia los bordes, poco a poco, sin violencia ni intervención ajena. La presión o masaje abdominal sobre la recién parida, no sólo es inútil para el alumbramiento, sino perjudicial, pues puede deshacer el coágulo o fraccionarlo, restando o impidiendo su acción de "peso" que es lo que contribuye, eficazmente, a finalizar el desprendimiento total. Este tipo de alumbramiendo es el más frecuente y no produce hemorragia porque al seguir la placenta pegada por sus bordes, la sangre que brota de los vasos rotos, no sale, sino que contribuye a engrosar el coágulo ya formado, así como su peso, influido por la fuerza de gravedad, obliga a la placenta a caer en la vagina y a salir, espontáneamente, por su cara fetal y arrastrando en su caída a las membranas, a las que está pegada.
· b) Tipo Duncan. La placenta empieza a desprenderse por un borde. No se forma el coágulo retroplacentario, sino que la sangre que brota de los vasos rotos, en el punto donde empezó el desprendimiento, resbala por la vagina y sale, más o menos abundante, al exterior. Al no formar el coágulo, falta la eficaz acción de su peso contribuyendo al desprendimiento y caída de la placenta y las membranas, hace que este tipo de alumbramiento sea más lento y vaya siempre acompañado de hemorragia, lo que, a veces, obliga al obstetra a intervenir, casi siempre con la maniobra conocida como de Credé, para acelerar y completar el desprendimiento. Tanto en un tipo de alumbramiento como en el otro, el desprendimiento y expulsión de la placenta y las membranas se efectúa por medio de contracciones y es digno de tenerse en cuenta que, cuanto más suave y natural haya sido la dilatación, menor cansancio y más energía conservará el útero para realizar la actividad contráctil que aún debe llevar a cabo, después de nacimiento, tanto en el alumbramiento, como en la formación del globo de Pinard y la evolución puerperal del útero. Sería deseable que la ecografía pudiera darnos datos útiles y precisos sobre la zona de inserción de la placenta. Se presume que si la placenta está insertada en el fondo del útero, su desprendimiento será del tipo Schultze y el alumbramiento sencillo, sobre todo si la mujer no permanece durante el mismo, en decúbito supino y no habrá hemorragia previa. Sería muy útil saber de antemano cómo se presentará el alumbramiento para poder obrar en consecuencia.
Una vez expulsada la placenta, es conveniente examinarla para comprobar la integridad, tanto de ella, como de las membranas.
Si el alumbramiento ha sido del tipo Schultze, es casi seguro que la placenta esté integra y, a veces, ni siquiera es necesario lavarla para cerciorarse de ello. Basta ver que los cotiledones conservan su forma intacta y que la superficie que estaba adherida al útero, presenta un brillo como un barniz azulado. Hay que fijarse muy bien en cada detalle para evitar durante el puerperio, sorpresas desagradables. Una pizca insignificante de tejido placentario, puede proliferar y no sólo retrasar y dificultar la involución uterina postpartum, sino provocar graves metrorragias. Esto es algo de lo mucho que aprendí de mi paso por el Equipo Ginecológico Municipal de Urgencia, de Madrid.
No me acuerdo dónde ni cuando leí que la succión de la mama producía contracciones uterinas y como no veía en ello ningún peligro, a la primera ocasión me decidí a probarlo. Apenas el recién nacido iniciaba, de modo espontáneo su respiración, yo se lo entregaba a la madre, sin siquiera cortar el cordón, operación que no es tan urgente como el vulgo cree, sino que es preferible esperar a que la respiración se instaure y la circulación umbilical cese, ayudándola a que se lo pusiera al pecho. En cuanto el recién nacido empezaba a mamar, la madre tenía contracciones uterinas y la placenta se desprendía y salía, sin ningún problema. Verifique este recurso innumerables veces y nunca me falló ni tuve utilizándolo ningún problema y os aconsejo que lo probéis porque no tiene contraindicación. Al recién nacido le beneficia, por varios motivos, que sea el calostro materno lo primero que ingiera al nacer y, tanto a él como a su madre, ese primer encuentro les será más beneficioso cuanto más precoz sea.
Una ver realizado el alumbramiento, se suele producir rápida y espontáneamente, una fuerte y persistente contracción uterina que da lugar a la formación del llamado Globo de seguridad de Pinard. A través de las cubiertas abdominales, se puede apreciar el útero, convertido en una pelota dura, reducido de tamaño y con tendencia a desplazarse.
En la asistencia domiciliaria al parto es muy importante, no sólo que la puérpera y su familia se queden contentos y satisfechos del servicio que les hemos prestado, sino que no tengan que volver a llamarnos urgentemente y para evitarlo, en vez del clásico Methergin, que no quería usar porque su acción es dolorosa y, a veces, no completamente segura, yo prefería colocar un peso sobre el globo de Pinar para que éste no se desplazase, recomendando a la puérpera que lo conservase en su sitio para evitar que el globo se desplazase y, sobre todo que subiera por encima del ombligo en las próximas seis u ocho horas, con lo cual yo me iba a casa tranquila y segura de que la retracción uterina sería la normal, sin tener que hacer pasar a la mujer por el desagradable tributo de los "entuertos".
CUIDADOS DEL PUERPERIO Una de las muchas ventajas del parto en casa consiste en que la misma persona que ha asistido al parto, puede cuidar y vigilar los primeros días del puerperio, lo cual asegurará una recuperación óptima de la recién parida y la solución de una serie de pequeños problemas que desconocidos o no remediados, pueden agrandarse.
El parto es una función normal y no tiene porqué dejar secuencias, pero siempre habrá sido un trabajo físico extraordinario del organismo y un trance muy importante en la vida de la mujer que forzosamente habrá impresionado su psique.
Una vez acabado el parto, la idea predominante era que la mujer estaba cansada y debía dormir. Para ello se sacaba al bebé de la habitación para que no molestara y la mamá pudiera descansar, pero también existía la regla opuesta, que la puérpera no debía, dormirse, ya que durante el sueño podría tener una hemorragia y no enterarse.
Mi opinión, fruto de una larga experiencia, es que la hemorragia postpartum es perfectamente previsible y consecuencia del mismo y, por lo tanto, se puede decir que ni tanto ni tan calvo. Según como haya transcurrido el parto, se puede dejar a la puérpera que eche un sueñecito y someterle a una más o menos rígida vigilancia. En esto como en todo lo demás, es ella quién decide. Es muy raro que después de un parto transcurrido con normalidad, la mujer concilie el sueño, sobre todo si se trata del primer hijo, porque la emoción, la alegría de ser madre son tan grandes que se lo impedirán. Lo normal, lo corriente es que el bebé se haya quedado dormido, mamando y que la madre contemple, extasiada, como duerme su niño plácidamente. Es una equivocación separar al niño de su madre, apenas nacido. En los primeros días de su vida, el bebé debe estar lo más cerca posible de su madre, porque acaba de separarse de ella y ambos se necesitan el uno al otro.
Durante el puerperio, la mujer debe ir recuperando, poco a poco, su vida normal. Debe levantarse de la cama al día siguiente y atender, por sí misma a su higiene personal. Creo preferible la ducha al baño, porque la vulva y vagina habrán quedado flojas y entreabiertas y el agua del baño podría introducir gérmenes. La vagina tiene sus propias defensas, principalmente a cargo de los bacilos de Doderlein, pero es preferible no exponerse a ningún riesgo.
En mi época de actividad, las matronas teníamos la obligación de visitar a la puérpera hasta que el bebé "daba el ombligo" y en estas visitas yo aprendí mucho, suprimí algunas tareas e introduje otras nuevas. Por ejemplo, creí innecesario que fuera la matrona quién lavara los genitales a la mujer y quién hiciera la cama. En cambio, la enseñaba a lavarse sola, con agua a la temperatura del cuerpo, sin necesidad de hervirla, añadiéndola una cucharadita de sal. El lavado se debía hacer poniendo el agua en una jarra grande de cristal, sentándose del retrete y dejando caer el agua, de arriba a abajo, de forma que escurriera de la vulva al ano, siempre agua limpia y secarse igualmente de la vulva al ano, con una toallita bien limpia. Les recomendaba lavarse así cada vez que se cambiasen la compresa higiénica, cosa que debían hacer a menudo. Les explicaba el porqué de los loquios y de su cambio de aspecto y cantidad, conforme avanzaba el puerperio.
Vigilaba atentamente la altura, tamaño y consistencia del útero, para deducir como se estaba verificando la involución uterina, con intención de comunicar al tocólogo cualquier anormalidad que observase. Examinaba los loquios, los senos y los pezones, para asegurarme de su normalidad. Enseñaba a la mamá novata a dar el pecho, a curar el ombligo, a bañar y a vestir al niño, luchando denodadamente por desterrar supersticiones e ideas equivocadas sobre el bebé y su crianza.
Era un engorro tener que ir cada día a visitar a las puérperas, por aquellos andurriales que eran los barrios de mi zona, pero creo que valía la pena y que era una tarea útil convencer a la mujer de que, después del parto, ella no era una convaleciente ni una inválida, sino una mujer sana y capaz de asumir las obligaciones que su nuevo estado de madre le acarreaba conseguir que lo hiciera con alegría, pericia e inteligencia, sabiendo cómo se hacían las cosas y por qué, valiéndose de sí misma.
COMO Y CUANDO CORTAR EL CORDÓN Durante su vida intrauterina, el feto no respira, su sangre es arteriovenosa y el oxígeno y los nutrientes que su organismo necesita los obtiene de la sangre de la madre, a través del cordón umbilical. Para asistir el parto en casa, la comadrona debe saber cómo y cuándo cortar y ligar ese cordón para obtener los mejores resultados.
Yo estudié la carrera de matrona para investigar por qué dolía el parto, un dolor que me parecía completamente injusto y desproporcionado, para el que no se daba ( y sigue sin darse) explicación alguna. Satisfecha, en 1955, mi curiosidad sobre este punto, surgieron otras muchas preguntas, todas relacionadas con el embarazo y el parto, entre ellas el papel del cordón umbilical, porqué deja de latir, cuando y como se debe cortar y ligar.
El cordón umbilical es el nexo que une, que liga al nuevo ser con su madre. Se forma muy prematuramente y, mucho antes de que el embrión se convierta en feto, sustituye a la vesícula umbilical y a la alantoides en la tarea de proporcionar al nuevo ser, transportándolos desde la placenta, los elementos necesarios para su desarrollo.
Se compone de dos arterias y una gruesa vena, envueltas y protegidas por una masa elástica y resbaladiza de color blanco nacarado, con reflejos azules que transparentan sangre contenida en sus vasos, conocida como la gelatina de Wharton. El cordón umbilical tiene una longitud aproximada de 57 cms y un diámetro de 12 a 20 mm. El mejor momento de cortarlo es cuando ya ha dejado de latir. ¿Cuándo y por qué deja de latir el cordón? ¿Cómo afecta este hecho al recién nacido? ¿Qué cambios ocurren, entonces en su organismo?
El cordón deja de latir cuando el recién nacido empieza a respirar y al hacerlo, el bebé ha inundado de aire sus pulmones, el oxígeno del aire puede pasar directamente a la sangre del bebé, ya no es necesario transportarlo desde la placenta al feto. El cordón umbilical deja de latir, de funcionar, cuando ya no pasa por él una sangre oxigenada que el bebé ya no necesita, porque sabe oxigenar automáticamente, su propia sangre.
El recién nacido debe empezar a respirar de manera espontánea y suavemente. Por fortuna se han superado los tiempos en los que al recién nacido se le depositaba sobre una superficie dura y fría y se le azotaba para provocar su llanto y con él, la respiración, ahora se le suele dejar, por lo menos a los nacidos en casa, sobre el mórbiso y cálido abdomen de la madre y es de sentido común que, por bien asistido que haya sido el parto, el nacimiento debe ser, para el recién nacido, un trance bastante desagradable.
No debemos olvidar, el brusco y drástico cambio que sufre el feto al convertirse en recién nacido. El feto estaba flotando en el vacío, rodeado de un líquido suave y resbaladizo, a la temperatura justa y siempre igual, sin estar sujeto ni agarrado a ningún sitio, protegido de la luz, del aire, del ruido, mecido por los movimientos de la embarazada y arrullado por el tictac del corazón materno. Al final del embarazo ha terminado ya de autoconstruirse, no tiene otro quehacer que esperar el parto, ejercitando, de vez en cuando, sus miembros para comprobar si serán capaces de funcionar.
Suponemos que no sabe qué es el mundo ni lo que le va a pasar en él, pero lo que le pasa, nada más nacer es que el peso de la atmósfera, "aplasta" su frágil cuerpecito, que manos duras le agarran, que el aire penetra con violencia en sus bronquios, expandiendo por fuerza los pulmones colapsados, que el frío, la luz y el ruido salen a su encuentro, como fieras feroces dispuestas a devorarlo.
Lo menos que humanamente se debe hacer con un recién nacido es dejarle que empiece a respirar él solito, poco a poco, sin forzarle a hacerlo. Yo he comprobado, no una, sino muchas veces que los fetos nacen solos, que saben, por instinto, como colocarse para salir, igual que lo saben los demás mamíferos y que también saben empezar a respirar y a mamar porque les va la vida en ello.
Mientras el cordón late, no debe haber prisa por cortarlo, pues el aporte de oxígeno está asegurado por ese latido que quiere decir que la sangre sigue pasando. Cuando deja de hacerlo y el cordón se queda pálido y flácido, es el momento oportuno de hacerlo. Yo lo pinzaba con dos Kockher, cortaba entre ellas e impulsaba con un masaje suave la sangre que quedaba en la parte del cordón unida al feto, para que éste aprovechara de ella, hasta la última gota.
Ya mayor, con bastantes años de profesión a las espaldas, aprendí, en Roma, en donde tuve que refugiarme para encontrar un trabajo como matrona porque, después de saber porqué dolía el parto y cómo evitarlo, yo no quería cambiar de profesión, como ligar un cordón, mejor de como se hacía en Francia y en España, donde se usaba para tal fin cordonete estéril que venía, dentro de una ampolla, con el "trousseau" de parto que proporcionaba el SOE o se compraba en la farmacia. La única prevención para que el bebé no tuviera ninguna complicación era que el cordonete fuera estéril, fuera de este requisito, la matrona era libre de ligar en cordón cómo quisiera y yo, que siempre he pecado de perfeccionista, me cambiaba de guantes y dejaba el muñón lo más pequeño y vacío de sangre posible para evitar que se convirtiera en algo maloliente y desagradable de ver.
Pero, raras veces, la capa de gelatina de Wharton es más abundante y el cordón más grueso y más blando y hay peligro de lesionarlo si se aprieta demasiado al ligarlo. Con uno de esos cordones tropecé en Roma, trabajando en la conocida y famosa Clínica Guarnieri asistiendo a una cliente privada de muchas campanillas. Naturalmente, cuando la gelatina empezó a desecarse y el volumen del cordón disminuyó, el ombligo empezó a sangrar y la puérpera armó gran revuelo, creyendo a su bebé en peligro de muerte. El doctor Scarpinatti, que era el Director, tranquilizó a la mujer, diciendo ni más ni menos que la verdad del caso, que esa sangre estaba fuera de la circulación fetal, que era una ínfima cantidad y que al niño no le pasaría nada, pero a mí me llamó a su despacho y me dijo que preguntara a mis colegas cómo ligaban ellas el cordón y que aprendiera a hacerlo, a lo que yo no tuve nada que objetar.
Me llevaba muy bien con todas, eran muy expertas y sabían que yo no había tenido culpa alguna en el incidente, que había sido debido a que se había aflojado, al secarse la gelatina, la ligadura del cordonete y amablemente se prestaron de buen grado a enseñarme lo que hacían ellas.
Vaciaban, igual que hacía yo, la sangre del muñon y hacían una primera ligadura cerca del ombligo y luego doblaban en muñón sobre sí mismo y lo volvían a ligar de nuevo, pero el "intríngulis" de la operación consistía en que, en lugar de cordonete, utilizaban un arito de goma, por supuesto esterilizado, el cual, conforme se reducía el cordón al secarse, conservaba, inalterable la presión sobre el mismo. ¡Fue el gran descubrimiento, sobre todo para los partos a domicilio! El cordón no olía, su aspecto era más estético y, sobre todo, se secaba y se caía mucho antes. A mi regreso a España quise comunicarles el hallazgo a mis colegas de Maternidad, algunas de las cuales, aceptaron probar el invento, hasta que uno de los médicos ayudantes prohibió que se utilizase la goma "porque siempre se había usado el cordonete" lo que no impidió que fuera sustituido por la voluminosa y supongo que molesta pinza de plástico.
La bárbara costumbre de azotar al recién nacido, además de cruel era perjudicial, pues el llanto provocaba una fuerte inspiración que podía arrastrar gérmenes al delicado árbol bronquítico del recién nacido. Mi experiencia de muchos años es que hay que esperar, atenta y pacientemente a que el cordón cese de latir, cuando el bebé respire, poco a poco, sin necesidad de pegarle ni de atosigarle.
Únicamente, una vez nacida la cabeza, hay que cerciorarse si el feto tiene o no vuelta o vueltas de cordón al cuello, caso bastante frecuente, pues el cordón se forma muy precozmente y el menor tamaño del feto, antes del tercer trimestre de embarazo, puede dar lugar a que se enrede con él.
Si la longitud del cordón lo consiente, la vuelta alrededor del cuello estará floja y éste se podrá sacar, como una cadena o un collar, por encima de la cabeza, pero si está apretado o la vuelta es doble, lo mejor será cortarlo, entre dos pinzas, porque es muy arriesgado que el bebé nazca con una vuelta de cordón al cuello, que podría ahorcarle.
La sangre es un elemento vivo y precioso que no se debe desperdiciar y ese es otro de los motivos para no seccionar un cordón que aún late. Si en un parto a domicilio se hace así, saltará un chorro de sangre que impresionará desagradablemente a los presentes.
La mayoría de los partos los asistí a domicilio como era costumbre y no dejé de combatir la superstición, muy extendida, de que el ombligo no se podía mojar. Les enseñé a las puérperas a quitar la gasa sucia, sin molestar al bebé y a sustituirla con otra limpia, empapada en alcohol, cada vez que fuera necesario y envolviendo el muñón con otra gasa seca para que el alcohol no irritara la delicada piel, sujetándola con una vendita de gasa que dejara pasar el aire. Les aseguraba que el resto de cordón era una zona muerta y que no había peligro en tocarla, eso si, con la precaución de tener las manos y las uñas limpias.
LA BOLSA DE LAS AGUAS Es un saco membranoso, transparente y elástico, compuesto por dos capas, la interna, llamada amnios y la externa, corion, que se forma alrededor del embrión, para proteger la formación, desarrollo y crecimiento del mismo, así como su transformación en feto y tiene dos misiones que cumplir, una pasiva, durante el embarazo y otra activa, en el parto, en el cual desempeña un papel muy importante. Está llena de un líquido suave y resbaladizo, compuesto de agua salada, con pequeñas cantidades de albúmina y una temperatura estable. La cantidad de líquido suele ser proporcional al tamaño del feto, para permitirle movimientos que no son hechos por casualidad, al buen tutún, sino que obedecen a un plan, tanto de desarrollo y ejercicio de los miembros ya formados, como de aprendizaje de las diversas posturas, no sólo necesarias, sino imprescindibles, con vistas al parto. Está herméticamente cerrada, como la cáscara de un huevo y al fruto de la concepción, que flota dentro del líquido contenido en ella, no puede llegar ningún elemento extraño que lo perturbe.
Durante en embarazo, la bolsa de las aguas va creciendo y aumentando su contenido líquido, al mismo tiempo que lo hacen el embrión y el feto, asegurando un espacio suficiente para el desarrollo del nuevo ser.
Lo normal es que la bolsa se rompa, espontáneamente, bien avanzado el periodo de dilatación, pero a veces se rompe antes y se llama rotura precoz cuando ocurre sin que la dilatación haya comenzado y prematura cuando la dilatación está en marcha, pero aún no es completa. La costumbre rutinaria de romper la bolsa para acelerar el parto está completamente injustificada, pues ésta se suele romper, por si sola, en el momento oportuno, cuando la resistencia de las membranas es menor porque al ser mayor la dilatación, también lo será la porción de bolsa inserta en el orificio cervical a costa del adelgazamiento y de las membranas.PAPEL ACTIVO DE LA BOLSACuando el cérvix, o cuello del útero, ha desaparecido y ya no pende dentro de la vagina, sino que sus fibras se han incorporado al segmento inferior del útero, condición indispensable para que la dilatación empiece, el canal cervical se ha convertido en un pequeño orificio, a través del cual, empujada por las contracciones uterinas, una pequeña parte de la bolsa, gracias a su elasticidad, puede insinuarse. A cada contracción, el útero disminuye de tamaño y el líquido de la bolsa, que no puede hacerlo, toma presión y busca salida. Entonces, el líquido contenido en la parte de la bolsa que se introdujo en el orificio del útero, toma presión, expande las membranas que lo contienen y agranda el orificio, circularmente, es decir, que el líquido contenido en la bolsa de las aguas es uno de los tres agentes gracias a los cuales se efectúa la dilatación, a saber:1º.- Las fibras musculares uterinas que tiran, de abajo a arriba.
2º.- El peso del huevo que, debido a la fuerza de gravedad de la Tierra empuja, de arriba a abajo.
3º.- El líquido amniótico contenido en la parte de la bolsa que precede al resto y que, presionada por las contracciones, agranda el orificio alrededor.Es muy importante que la bolsa se conserve íntegra durante la dilatación, pues colabora de manera muy suave y eficaz a ella, ya que, con su concurso se consigue una dilatación simétrica, evitando la formación del antipático y tradicional reborde cervical que tanta guerra daba a las matronas y tanto dolor inútil a las parturientas.
ROTURA INTEMPESTIVA DE BOLSA
El pronóstico de una rotura intempestiva de bolsa no es siempre el mismo. El líquido amniótico se considera dividido en dos zonas, se llaman aguas anteriores a la parte de liquido situada debajo de la presentación, que saldrán antes del feto y aguas posteriores a las que saldrán al mismo tiempo. Lo corriente, lo normal es que salgan únicamente las aguas anteriores y que la presentación fetal impida que salgan las posteriores obturando el canal del parto, con lo que el feto y su cordón umbilical pueden continuar flotando en ellas, hasta el final del parto. También puede suceder, aunque raramente, que haya líquido, entre el amnios y el corión y que el corión se rompa, mientras el amnios permanece íntegro y entonces, el embarazo prosigue como si la bolsa no se hubiera roto y el parto se produce a su debido tiempo. Yo he asistido más de un parto en los que eso ocurrió sin que ello causara deterioro ni complicación alguna.
¿Qué hay que hacer cuando un parto en casa comienza con la bolsa amniótica rota previamente? Es muy importante estar seguras de a que altura están de su evolución está el parto y del estado del feto. Un signo de alarma es que el líquido que fluye no sea limpio, con un olor peculiar que recuerda el del semen, sino turbio, espeso, verdoso o con mal olor. Esto no quiere decir que haya ocurrido o vaya a ocurrir una desgracia, pero hay que asegurarse de que el feto está bien, de que ha logrado recuperar un período de sufrimiento, debido a causas que debemos investigar.
Hay que recordar que nunca sale todo el líquido antes del parto y que suele quedar suficiente como para garantizar la supervivencia del feto, pero la asistencia en casa, de un parto que empieza con bolsa rota siempre debe ser más cuidadosa. El peligro de infección es, en ella muy remoto, aunque el ambiente no sea perfecto desde el punto de vista de la higiene, porque la parturienta vive, está aclimatada a él y tiene anticuerpos como para defenderse, aunque hay que tomar ciertas precauciones, en algunos casos.
En la mayoría de los casos, lo que complica un parto con aguas rotas es la impaciencia, pues como casi siempre esa rotura ocurre al final de la dilatación, se espera que el parto sea inminente y suele ocurrir todo lo contrario, que la dilatación sea más lenta, no sólo por la falta del tercer factor, sino también porque la disminución de líquido dentro de la cavidad uterina puede restar fuerza y por tanto, eficacia a las contracciones, por lo cual no es recomendable la amniorexis, hasta que la dilatación no sea casi completa o completa.
Consuelo Ruiz Velez-Frías
Autora de "Cartilla para aprender a dar a luz". Editorial Thalassa
Reflejo de Eyección Materno-Fetal
Michael O’Dent
Genes diseñadores programan un “dispositivo acortador del parto”: el fruto de un trabajo de parto físicamente y psicológicamente no perturbado ni entorpecido en una madre sana
En: http://collegeofmidwives.org/prac_issues01/MFer_01a.htm Traducido por: Andrea Anguera
Existe una diferencia biológica cuantificable asociada con el nacimiento y el trabajo de parto espontáneos y no entorpecidos ni perturbados. Si se tiene la posibilidad de estar presente en una gran cantidad de trabajos de parto “no entorpecidos”, esos “genes diseñadores” se pueden observar como un proceso de avance natural que combina recursos biológicos y psicológicos para hacer el parto humano mecánicamente exitoso, físicamente tolerable para la embarazada y seguro para el bebé a punto de nacer. Este parto “espontáneo” está acompañado por un aumento drástico en las hormonas específicas del parto: oxitocina endógena para estimular la actividad uterina, beta endorfinas (la fuente de euforia en los corredores) que proporcionan a la madre alivio no adictivo al dolor producido naturalmente por el mismo cuerpo. Las hormonas maternas también desencadenan la producción de la hormona adrenalina en el feto que lo prepara para respirar independientemente y para mantener su temperatura corporal después del nacimiento.
Este potencial innato de la fisiología normal del parto para un parto y nacimiento expeditos es central para la matronería. Entenderlo implica desmitificar la práctica normal de la matronería y darle un contexto útil. También revela los problemas que surgen cuando se trata de dar cuidados hospitalarios a este grupo de mujeres sanas quienes, si se le deja en paz, tendrán trabajos de parto honrados por un verdadero mecanismo “acortador del parto”: el reflejo espontáneo de nacimiento. *//
En reconocimiento a este fenómeno el médico francés Michael O’Dent acuñó el término “Reflejo de Eyección Fetal”, al que las matronas agregaron la palabra “materno” (reflejo de eyección materno-fetal) para hacer evidente que el feto no se “eyecta” solo, sin la participación de la madre, del cuerpo de la misma, sino que, más bien, es la madre quien permite que ese tren de energía espontánea se deslice a través de ella con el propósito de liberar de manera segura (y sana) su bebé de su hogar uterino temporal.
El Dr. O’Dent intentaba identificar el mecanismo biológico responsable por los partos rápidos y aparentemente fáciles o acelerados. Éste explica por qué después un trabajo de parto activo corto una madre puede dar a luz a un bebé de 5 kilos en sólo un par de pujos y sin sufrir ningún trauma perineal significativo. El reflejo de nacimiento espontáneo normal es el proceso “fisiológico” (biología + psicología) que hace al nacimiento exitoso desde el punto de vista mecánico, físicamente tolerable para la mujer embarazada y seguro para el bebé a punto de nacer.
La idea del REMF implica un mecanismo fisiológico innato similar a un estornudo en cámara lenta, como si se desencadenara una forma inversa de peristaltismo. La cerviz parece diluirse mucho más rápido y fácil de lo esperado (por ejemplo, en una primípara: ¡de 5 cm al nacimiento en 43 min!) y la naturaleza reflexiva de este mecanismo supera eficientemente la resistencia usual de los tejidos blandos. La ventaja de este momentum es la eficacia de los músculos abdominales que presionan al bebé hacia abajo y hacia fuera sin impedimento alguno de un gran número de músculos y sin resistencia del tejido blando. Las estructuras corporales (la cerviz y el suelo pélvico) que normalmente sujetan al bebé dentro de la madre, repentinamente se relajan y abren, el feto hace una caída libre a través del canal de parto, el suelo pélvico se diluye y, en un abrir y cerrar de ojos, el bebé sale llorando ansiosamente.
Esta propensión, a lo largo de la historia, de las madres multíparas a tener bebés “en caída libre” a través del canal de parto es una de las características del trabajo de parto y del parto fisiológico que dio los primeros sustos obstétricos. Los doctores DeLee y Williams y sus colegas se lamentaban de que los partos sólo venían en dos sabores: muy rápido o muy lento. Las madres primerizas eran muy lentas: un trabajo de parto promedio (empezando en 3 o más cm) duraba unas 15 ó 20 horas según el libro de texto obstétrico del Dr. DeLee en su edición de 1924. Luego estaban las multíparas que, sin estar aún de parto, rompían aguas espontánea y repentinamente y el bebé salía como en un tobogán estando la madre en algún sitio inapropiado antes de que el médico pudiera ponerse los guantes o, incluso, antes de que llegara. Este elemento de impredictibilidad alimentó los esfuerzos médicos por controlar a la desordenada Madre Naturaleza; es decir, al parto fisiológico. Para las multíparas, parecía lógico hacerles inducciones a través de la rotura artificial de membranas para que no parieran en su oficina o en el supermercado.
Una faceta crucial de este reflejo de nacimiento normal parece ser el componente psicológico, y especialmente la comodidad psicológica de la madre con la situación. Michael O´Dent describió esto como crear circunstancias psicológicas para que la madre se “sienta simultáneamente segura y no observada”. Él observó que la primera responsabilidad de quien asiste el parto era no perturbar el proceso natural.
Para muchas madres, la necesidad de no ser molestada se equilibra con una necesidad igualmente poderosa de estar en el sitio “apropiado” y de estar junto a las personas “apropiadas” (miembros de la familia de gran importancia psicológica, el médico o la comadrona) antes de “permitir”, al menos a nivel inconsciente, que se desencadene ese proceso de parto dinámico. Para quienes prefieren un cuidado hospitalario, estas madres necesitan llegar al hospital para que pueda completarse el REMF. En estos casos, no parece ser necesaria la presencia de un médico, pero sí la admisión al hospital y la presencia del personal de enfermería.
Este fenómeno es una “excepción” constante a las reglas del parto que expresa la Curva de Friedman, la cual representa gráficamente el trabajo de parto como un proceso lineal, inexorablemente lento, innatamente doloroso. Aún más importante, este concepto lineal ve al trabajo de parto y al nacimiento como únicamente dependientes de un trabajo cada vez más arduo y de la habilidad de la madre para tolerar el dolor en vez de usar los recursos internos para “facilitar” o rendirse a su trabajo de parto. La imagen que la sociedad tiene del trabajo de parto y del nacimiento “normales” es una de un esfuerzo increíble en donde la madre tiene un trabajo de parto con un tipo de proceso similar al de escalar una roca jalándose hacia arriba dolorosamente una y otra vez, luchando por cada centímetro que adelanta. El reflejo de eyección materno-fetal es casi lo contrario de esa idea.
Aunque es imposible predecir quién experimentará este suceso biológico “acortador del parto”, muchos asistentes de partos han observado que es más probable que una madre calmada y segura lo experimente, que una madre ansiosa y con miedo quien se siente muy insegura de sí misma y absolutamente aterrada por el parto. Aunque quienes atienden el parto no pueden programar a las madres para que experimenten este beneficioso reflejo, reconocer la naturaleza psico-social y psico-sexual del parto parece ayudar enormemente a facilitar su aparición.
En un ambiente libre de miedos del parto exagerados, el REMF parece suministrar la “bendición” que en el escenario médico sólo se puede comparar al uso de la anestesia epidural.
A menudo, pero no siempre, el surgimiento del REMF se facilita en el hogar al sumergir a la madre en agua profunda después de haber alcanzado 5 cm de dilatación y dejarla a ella y a su compañero concentrarse juntos, con las mínimas interrupciones posibles por parte de quien asiste el parto (escuchar el latido fetal cada 30 min, un mínimo de tactos vaginales o cualquier otra interrupción). El Dr. O’Dent describe esto como permitir a la madre sentirse segura, mas no observada. Lamentablemente, es fácil interrumpir este reflejo de nacimiento espontáneo y, frecuentemente, pero no en todos los casos, destruirlo mediante la medicalización.
El REMF parece representar en el parto lo que los doctores Master y Johnson, investigadores del sexo, identifican como estancamiento orgásmico, es decir, un estado del ser durante el cual un mecanismo interno primordial desata una serie de eventos fisiológicos discretos, pero perfectamente calculados y sincronizados que se desencadenan en efecto dominó cuando las condiciones son apropiadas. Después de alcanzar este punto, este suceso parece ocurrir sin importar los deseos personales de la persona “bendecida”. En el caso del trabajo de parto, esto significa que aunque las contracciones uterinas parezcan dolorosas o la madre esté claramente ansiosa, el trabajo de parto, no obstante, avanzará rápidamente y pronto terminará en un Parto Vaginal Espontáneo Normal (NSVD por sus siglas en inglés) sin anestesia y frecuentemente sin trauma perineal significativo, a lo mejor incluso antes de que lleguen el médico o la matrona.
Una teoría que explica el REMF es el papel que representa el cerebro primitivo en la facilitación del proceso espontáneo del trabajo de parto y el nacimiento. Esta teoría también identifica como negativa la influencia de la neo-corteza (la dominancia del cerebro izquierdo) y la multitud de distracciones originadas por la institución misma como las luces fuertes, los ruidos altos, el ir y venir y el apiñamiento de personas desconocidas, las posiciones antinaturales y opuestas a la gravedad e interrupciones frecuentes causadas por procedimientos invasivos como los tactos vaginales, los catéteres, el jaleo con las correas de monitorización fetal externa, etc. La naturaleza del “cuidado intensivo” durante el trabajo de parto en los hospitales implica que la mayoría de las mujeres experimenta justo lo opuesto de “segura, mas no observada”: todos estos protocolos y tecnologías médicas señalan los problemas potenciales. Las madres se preocupan por sí mismas y por su bebé y se sienten como un insecto bajo el microscopio.
Lo que interfiere con el reconocimiento de este suceso fisiológico discreto (el REMF) es que muy a menudo sucede después de entre 4 y 48 horas de trabajo de parto prodromal insignificante o trabajo de parto latente prolongado e incluso doloroso. Para los partos hospitalarios, puede incluirse tanto pitocín como epidural como preámbulo a este rápido final fisiológico. Una fase irregular algo larga nos despista y distrae de la apreciación de lo que sólo puede describirse como un cambio en “el orden de magnitud”, que termina en un trabajo de parto activo que es muchas veces más rápido que el normal. Debido a que este rápido progreso a menudo se produce después de una fase latente psicológicamente difícil y larga, no es necesariamente percibida ni por la madre ni por la matrona (¡y ciertamente no por el médico!) como un “parto rápido”.
Al igual que el “preámbulo de sexo”, este proceso largo latente (“preámbulo del parto”) parece preparan las circunstancias biológicas y sociales para que todos los “elementos de éxito”** estén presentes simultáneamente (**ver anexo de los cinco elementos cruciales). El trabajo de parto en latencia reúne, involucra y prepara a todos para atender las necesidades biológicas y emocionales de la madre y el bebé. El matrimonio de la biología con la psicología y su relación con la sociología (la presencia de las personas correctas y la ausencia de las incorrectas) es necesario para la función fisiológica.
Este evento es entonces un “sistema” (que involucra a muchos órganos diferentes y sistemas emotivos). Esto difiere del enfoque médico usual que se centra en un solo órgano físico (por ej. el útero) o en una sola función no mental como la dilatación progresiva de la cerviz durante el trabajo de parto. Aunque lo anterior es el enfoque común de la medicina obstétrica, suministra una base muy pobre para la función fisiológica.
Cuando este reflejo de nacimiento espontáneo está presente, el período de latencia tarde o temprano es reemplazado abruptamente por un patrón de parto acelerado. Las primíparas pasan de 5 o menos centímetros hasta el expulsivo en menos de 4 horas, una multípara progresa desde 4 o menos centímetros (o, si no se producen tactos vaginales, desde que estaba evidentemente en trabajo de parto prodromal o latente inicial) al expulsivo en menos de 3 horas. Desgraciadamente para la mayoría de las mujeres, el fruto del trabajo de parto no perturbado muy raramente se ve en los hospitales modernos.
El REMF da esperanzas a las embarazas, pues es posible que prevalezca su meta de tener un parto fisiológico. Saber de su potencial para producir este mecanismo “acortador” del parto nos brinda a todos un antídoto para el miedo patológico al parto que ha dominado el debate público del último siglo.
Cinco Elementos para el Éxito del “parto vaginal espontáneo normal (NSVD)”
1. Madre sana. Embarazo normal. Comienzo espontáneo del trabajo de parto a término.
2. Que los padres y los profesionales entiendan la fisiología y la psicología del trabajo de parto y el nacimiento espontáneos.
3. Respuesta fisiológica apropiada por parte de la familia y los profesionales a las necesidades físicas (incluyendo no oponerse a la gravedad) y biológicas normales del trabajo de parto y el nacimiento espontáneos.
4. Respuesta psicológica apropiada por la familia y los profesionales a las necesidad psicológicas y emocionales de la madre al estrés y las sensaciones dolorosas normales del trabajo de parto y del nacimiento.
5. Disposición de la madre para aceptar el dolor de las contracciones dolorosas y para aceptar la ansiedad de no saber cuánto más difícil o largo puede ser el proceso.
La ausencia o la disfunción grave de cualquiera de estos sistemas generará síntomas que finalmente requerirán intervención médica o quirúrgica que, accidentalmente, puede llevar a complicaciones iatrogénicas y nosocomiales.
Campaña mundial para promover el nacimiento normal, basada en Seis Prácticas de Atención adaptadas de la Organización Mundial de la Salud
Anunciada por Lamaze International (Press Release Oct 2, 2003). La finalidad de la iniciativa es “educar a las mujeres, a los educadores de parto y los profesionales de la salud sobre los beneficios de proteger el proceso normal y natural del parto”. El Instituto Lamaze para un Parto Normal, que es el eje central de la campaña, es un nuevo centro de recursos en internet (www.normalbirth.lamaze.org) que hará disponible estudios de decisión basados en la evidencia y otros materiales de referencia que apoyan el nacimiento normal. Los documentos sobre las Seis Prácticas de Atención están disponibles en este sitio web e incluyen
(1) el trabajo de parto que comienza espontáneamente;
(2) libertad del movimiento en todo el trabajo de parto;
(3) apoyo psicoemocional continuo;
(4) ninguna intervención rutinaria;
(5) posiciones para el parto no supinas (por ejemplo, de costado, en posición vertical); y
(6) no separación de la madre y el bebé después del nacimiento. “La seguridad del nacimiento se mejora al respetar el proceso fisiológico normal y natural de nacimiento y no interfiriendo a menos que haya indicaciones médicas imperiosas,”
Presidenta de Lamaze Internacional, Barbara Hotelling.
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Conservación del Esfuerzo Materno Mediante el Uso Adecuado de la Gravedad
La movilidad de la madre y las posiciones erguidas o verticales son importantes para la mecánica y la psicología del parto fisiológico. Es importante evitar todas las posiciones en las que la embarazada esté acostada sobre su espalda o colocando todo su peso corporal en su hueso sacro. Durante la primera etapa, estar acostada de espaldas reduce el flujo de sangre al útero, hace que las contracciones uterinas sean más dolorosas, ocasiona que la dilatación sea menos eficiente y conduce o contribuye al sufrimiento fetal. Durante la segunda etapa cierra la apertura de la pelvis entre un 20% y un 35% y aumenta la resistencia del tejido blando causando “distocia” del colchón.
Durante la segunda etapa (todas las estaciones superiores a +3 o +4), el mejor progreso y el menor esfuerzo materno se logran cuando la madre está en posición vertical. La adaptación más favorable de la irregular cabeza del feto a la irregular pelvis materna se logra mediante una combinación de la movilidad materna (cambios de posición, caminar) y los efectos ensanchadores de la pelvis del balanceo y de la posición de cuchillas, en la cual la separación de los muslos hacia los lados y un poco hacia el abdomen aumenta la presión intra abdominal al mismo tiempo que aumenta el diámetro pélvico.
Manejo de la Etapa Perineal: El concepto de “etapa perineal” es una definición funcional de la última parte de la segunda etapa del parto que muchas comadronas usan para describir los eventos biológicos y psicológicos desde la estación +4 hasta que la cabeza del bebé “corona” y salen los hombros. Ésta es la culminación de la serie de eventos biológicos cuidadosamente sincronizados descritos por el obstetra francés Michael O’Dent como el “reflejo de eyección fetal”.
En un momento dado después de que la cerviz se ha dilatado por completo la madre experimenta un suceso dramático en el cual el cuerpo simultáneamente se abre (se relaja la resistencia normal de los músculos) y eyecta al feto hacia abajo enérgicamente. Este suceso reflexivo vence eficientemente la resistencia usual del tejido blando y se aprovecha del momentum para presionar al bebé hacia abajo y hacia afuera. Aunque el ejemplo de vaciar el estómago (vómito) es una analogía desagradable, en realidad, comparten la misma cadena de sucesos biológicos, pero direcciones opuestas. Cuando la parte que presenta el bebé está algo baja y la cabeza hace presión al avanzar se desencadenan los mismos receptores expulsivos que para defecar. Para quien observa, parece el reflejo gástrico de vomitar cuando ya no queda nada en el estómago, en el cual ocurre una poderosa contracción repentina de los músculos abdominales. Una contracción abdominal igualmente poderosa causa este suceso corporal (el puje), a menudo para sorpresa de la misma madre.
En algunas multíparas el reflejo de eyección fetal se inicia mucho antes de que la cabeza del bebé presione el perineo (a lo mejor tan pronto como la cerviz se acerca a la máxima dilatación). El bebé casi va en “caída libre” por el canal de parto y atraviesa el perineo en cuestión de 1 ó 3 pujos. Sin embargo, para la mayoría de las madres, hay más en este reflejo que sólo el desencadenante físico de la dilatación cervical y la presión en el suelo pélvico: el componente psicológico es de igual o hasta de mayor importancia. Aunque es imposible predecir qué madres experimentarán o no este evento biológico “acortador del parto”, muchos asistentes al parto han observado que es más probable que lo experimente una madre segura que una temerosa y ansiosa que está insegura de sí misma. Aunque ningún personal médico puede programar que las madres a su cargo experimenten este reflejo beneficioso, el conocimiento de la naturaleza psico-social y psico-sexual del parto ayuda enormemente.
Los aspectos psico-sociales y psico-sexuales del expulsivo crean la necesidad de la madre de tener privacidad y un sentimiento de seguridad que comparte muchas de las características de la regla social de usar el lavabo. Estas entran en escena mediante la fuerte sensación expulsiva de la segunda etapa, en la cual muchas embarazadas están convencidas, muy naturalmente, de que tienen que defecar. El miedo a hacerse en público a menudo causa que la madre cierre el músculo del ano para contener el área rectal mientras que simultáneamente usa su músculo abdominal para intentar empujar el bebé hacia abajo a través del canal de parto. Esto crea un conflicto entre empujar y retener que trabaja en contra de la meta del expulsivo.
Facilitando el expulsivo a la madre: la meta es ayudarla a empujar completamente mientras que simultáneamente relaja los músculos de los glúteos. Para muchas mujeres que están al final de la primera etapa del parto o empezando la segunda, esto se aborda mejor sugiriendo que se siente en la tasa del inodoro por un mínimo de 3 ó 6 pujes, justo cuando comience a sentir la necesidad de pujar. El sentarse produce una posición corporal que comparte muchas características de la posición de cuclillas. Brindar a la madre algún apoyo o soporte de 5 ó 7 cm bajo cada uno de los pies le ayuda a mantener una buena flexión y separación de los muslos. Esta medida de comodidad también reduce la presión de la parte posterior de los muslos que, de ser prolongada, interferirá con la circulación y contribuirá a un edema.
Otorgar privacidad a la mujer en el baño excepto por la presencia de su compañero o de un miembro íntimo de la familia o una comadrona o enfermera obstétrica logra la intimidad que la situación requiere. Si existe alguna preocupación justificada de un parto rápido (por ej. una multípara), se puede controlar el progreso colocando un pequeño espejo entre las piernas de la madre. Al iluminar el espejo con una linterna y con el ángulo apropiado del espejo, se puede ver el perineo para estar seguros de que la mujer no dé a luz inadvertidamente en la taza del lavabo.
El uso creativo de la gravedad para acortar la segunda etapa reduce el estrés en el bebé y el riesgo asociado de sufrimiento fetal: El uso de posiciones fisiológicas y el conocimiento y entendimiento de los aspectos psico-sociales y psico-sexuales de la experiencia de la madre también ayudan a reducir el número de veces que ella puja y la cantidad de energía corporal que debe gastar la madre para dar a luz al bebé.
Cuando una madre puja mientras está acostada sobre su espalda, está poniendo su peso sobre su sacro. Esto implica que debe vencer la fuerza de la gravedad que trabaja en su contra, pues el canal de parto es un ángulo recto relajado que apunta al techo en esta posición. Esto cierra la apertura pélvica entre 1/5 y 1/3 (de 1 a 3 cm). La suma de estos factores significa, al menos, una media hora, pero a menudo una hora o más, de puje adicional y un tiempo más largo donde se agotan incalculables cantidades de energía materna finita para sólo ganar muy poco.
Ayudando a la madre a maximizar sus recursos físicos: la etapa del expulsivo viene al final del trabajo de parto, cuando la madre lleva mucho tiempo sin dormir y lleva horas sin comer, está fatigada y a menudo desanimada. Es desconsiderado pedirle que haga el trabajo físico más difícil para nuestra biología normal (especialmente si es el primer parto vaginal) dadas estas condiciones para nada óptimas. La cantidad normal de kgf/cm2 (kilogramos fuerza por centímetro cuadrado) requerida para dar a luz al primer bebé es aproximadamente de 8,43 kgf/cm2. El útero sólo produce unos 5,62 kgf/cm2, lo que significa que o bien la madre usa los músculos abdominales y la gravedad para obtener el 2,81 kgf/cm2 faltante o quien atiende el parto debe empujar con fórceps o vacío. Cuando cada gota de energía materna se usa en pujar al bebé hasta el perineo, ya no le queda energía para usarla en la etapa perineal, es decir, para empujar la cabeza y los hombros del bebé fuera del perineo. Esto conlleva a la intervención quirúrgica de la episiotomía (que de lo contrario sería innecesaria) y los riesgos: sangrado, infección, dolor posparto prolongado, necesidad de drogas y la perturbación del apego entre madre y bebé y de la lactancia que causan el dolor y el uso de drogas.
En aquellas ocasiones en las que la madre no pueda estar en posición vertical o fuera de la cama debido a una condición médica, la posición fisiológicamente apropiada es acostarse de lado, pues la curva de Carrus es neutra a la gravedad en esta posición. Aunque no es tan efectiva como las posiciones verticales, al menos la posición de lado no obliga a la madre a trabajar en contra de la fuerza de gravedad.
“Atrapar” bebés y madres acostadas de lado: Estando acostada de lado, un miembro de la familia o ayudante puede mantener elevada la pierna de la madre que no está recostada sobre la cama o puede colocarse la pierna sobre una almohada grande. En esta posición, quien atiende el parto se sienta en la cama junto a la madre y en total contacto con la espalda y caderas de la madre. Si está sentada a la derecha de la madre, la mano superior (izquierda) de quien atiende el parto se coloca al lado del abdomen de la madre y entre sus piernas a la parte superior de la cabeza del bebé al coronar, para mantener su flexión con los dedos. La mano más abajo (derecha) se coloca con la palma abajo en el perineo para darle un suave apoyo durante el nacimiento de la cabeza y para darle mayor soporte durante la salida de los hombros. Muchas veces, la cabeza sale sin causar ningún daño al perineo, mientras que los brazos y los hombros desgarran el perineo. El método DeLee, acostada de lado, es genial para el nacimiento de los hombros, brazos y el resto del cuerpo.
El nacimiento y los orígenes de la violencia
(Michel Odent)
¿Qué elegimos: prevención de la violencia o desarrollo de la capacidad de amar? ¿En qué invertimos?
Cuando acudimos a la biografía de grandes figuras de la humanidad que comúnmente asociamos con el amor, como pueden ser Venus, Buda y Jesús, se nos presenta la manera en que tuvo lugar su nacimiento como una fase muy importante, como un momento crítico en el desarrollo de sus historias vitales. Por contra, la biografía de personajes famosos, políticos, escritores, artistas, científicos, gente del mundo de los negocios y sacerdotes suele comenzar describiendo detalles de la infancia y educación. ¿Podría indicar esta notable diferencia entre ellos que el nacimiento es un momento crucial en el desarrollo de nuestra capacidad de amar?
Las ciencias biológicas de los años 90 nos enseñan que es la primera hora que sigue al nacimiento la que conforma todo un período crítico en nuestro desarrollo de la capacidad de amar. Durante el proceso del nacimiento, segregamos una serie de hormonas que permanecen en los sistemas corporales tanto de la madre como del bebé justo después del nacimiento. Ambos, la madre y el bebé, se encuentran entonces en un equilibrio hormonal cuya duración tiene una naturaleza vital corta y que, además, no volverá a presentarse en el futuro. Si consideramos las funciones de estas hormonas y el tiempo que tardan en ser eliminadas por parte de nuestro organismo, entenderemos entonces que cada una de estas diferentes hormonas cumple exclusivamente un papel igualmente diferenciado en la interacción madre-bebé.
Son estas mismas hormonas las que funcionan en cualquiera de los aspectos relacionados con lo que conocemos como amor. Datos recientes que van aportando diferentes ramas de la literatura científica vienen a presentar, en esta línea, una nueva visión de la sexualidad. Existe una hormona del amor al igual que también contamos con un sistema de recompensa que opera cada vez que, como animales sexuales que somos, hacemos algo que es necesario para la supervivencia de la especie.
«La primera hora que sigue al nacimiento conforma todo un período crítico en nuestro desarrollo de la capacidad de amar»
La oxitocina se encuentra en medio de cualquier aspecto relacionado con el amor. Primeramente es secretada por una primitiva estructura de nuestro cerebro llamada hipotálamo; posteriormente pasa a la glándula pituitaria posterior desde donde, bajo circunstancias específicas, es liberada repentinamente en el torrente sanguíneo. Hasta hace bien poco, venía sosteniéndose que la oxitocina era un tipo de hormona característica del sexo femenino cuyo único papel consistía en estimular las contracciones uterinas durante el trabajo de parto y el parto, así como las contracciones del pecho durante la lactancia. Hoy se sabe que la oxitocina es una hormona tanto femenina como masculina y que se encuentra presente en diferentes aspectos de la vida sexual.
Función de la oxitocina en la excitación sexual Hace muy poco que ha salido a la luz la función de la oxitocina durante la excitación sexual y el orgasmo. Esto, tras innumerables experimentos con oxitocina en ratas y otros animales de laboratorio. Por ejemplo, cuando se inyecta la oxitócica a aves domésticas de corral y palomas, la mayoría, un minuto después de la inyección, empieza a moverse a ritmo de vals, a agarrarse unos a otros por las crestas y a montarse. Hace ya décadas que viene utilizándose la oxitocina con animales en cautividad con fines relacionales. Es ahora cuando contamos con estudios científicos que muestran los niveles de oxitócica durante el orgasmo en los humanos. El equipo [de investigación] de Mary Carmichael de la Universidad de Stanford en California ha publicado un estudio en el que se tomaron medidas de los niveles de oxitocina entre hombres y mujeres durante la masturbación y orgasmo. Estas mediciones se realizaron por medio de muestras de sangre recogidas continuamente a través de un catéter fijo en vena (1). Los niveles obtenidos antes del orgasmo, durante la estimulación, resultaron ser superiores entre las mujeres que entre los hombres. Ciertamente, ya eran superiores durante la segunda fase del ciclo menstrual en comparación con la primera fase. También las mujeres presentaban niveles significativamente superiores que los hombres durante el orgasmo; de la misma forma, las mujeres multiorgásmicas obtenían un pico más elevado durante el segundo orgasmo. En el orgasmo masculino, la oxitocina ayuda a inducir las contracciones de la próstata y las bolsas seminales. El efecto inmediato que conlleva la liberación de oxitocina durante el orgasmo femenino es el de inducir el tipo de contracciones uterinas que ayudan a transportar el esperma hacia el óvulo. Existen datos de estos hechos datados ya en 1961 aportados por dos médicos americanos y obtenidos durante una operación ginecológica. Ocurrió cuando, antes de realizar la incisión abdominal, fueron introducidas partículas de carbono en la vagina de la mujer, cerca del cérvix, a la vez que le era administrada una inyección de oxitocina. Luego, encontraron partículas de carbono en las trompas de Falopio (2).
«La oxitocina es una hormona tanto femenina como masculina y se encuentra presente en diferentes aspectos de la vida sexual»
Margaret Mead, tal y como han hecho muchos antropólogos, se percató de que, en muchas sociedades, el papel del orgasmo femenino había sido totalmente ignorado, considerando que no cumplía función biológica alguna (3). En el mismo estadio de desarrollo de las ciencias biológicas, Wilhelm Reich fue incapaz de relatar cuál era exactamente el papel del orgasmo femenino (4). Hoy en día, con los datos de los que disponemos, podemos mostrar una visión completamente nueva del orgasmo femenino.
La hormona del amor altruista Sabemos que cierto nivel de oxitocina es necesario durante el proceso del nacimiento, y los obstetras han venido siendo conscientes de ello desde hace bastante tiempo. Sin embargo, no es hasta la actualidad cuando nos interesamos por la cantidad de oxitocina que es liberada justo después de que el bebé ha nacido. La importancia de este pico es especialmente relevante cuando lo ligamos a nuestro reciente conocimiento de que la oxitocina puede inducir a la conducta maternal. Cuando la inyectamos en el cerebro de una rata virgen o una rata macho, se vuelve maternal y comienza a cuidar a los cachorros. En el caso opuesto, si inyectamos un antagonista de la oxitocina directamente en el cerebro de las madres ratas justo después del parto, no prodigan una gran atención a sus crías. Puede decirse que uno de los mayores picos de secreción de la hormona del amor que acontece en la vida de una mujer se da justamente tras el nacimiento, siempre y cuando éste transcurra sin que medien hormonas de sustitución administradas a la madre durante el parto. Parece que el feto también libera oxitocina, lo cual contribuye al comienzo del trabajo de parto a la vez que puede configurar la propia capacidad del bebé para liberar la hormona del amor.
«La oxitocina está presente en la leche humana; es decir, el bebé que es amamantado absorbe cierta cantidad de la hormona del amor a través del tracto digestivo».
En este mismo sentido, estamos en estos momentos conociendo más acerca del papel de la oxitocina en la lactancia. Se ha comprobado el hecho de que cuando una madre oye una señal de su bebé con hambre, se produce un aumento en los niveles de oxitocina, por lo que podemos establecer un paralelismo entre la excitación sexual que comienza antes de que exista cualquier tipo de contacto físico. Tenemos entonces niveles igualmente elevados de oxitocina liberados por una madre en el momento en el que el bebé mama que durante un orgasmo, lo que constituye otro paralelismo entre estas dos situaciones en la vida sexual. Aún más, la oxitocina se encuentra presente en la leche humana. Dicho de otro modo, el bebé que es amamantado absorbe cierta cantidad de la hormona del amor a través del tracto digestivo. Y cuando nos encontramos compartiendo una comida con más personas, también incrementamos nuestros niveles de oxitocina. La única conclusión posible es que la oxitocina es una hormona altruista, una hormona del amor.
Así, cualquier episodio de la vida sexual se caracteriza por la liberación de una hormona altruista, y esto también se refiere a la liberación de sustancias morfina-like. Este tipo de endomorfinas actúan como hormonas del placer y como analgésicos naturales. Durante el acto sexual se liberan niveles altos de endomorfinas, por lo que para la personas que padecen de migraña, las relaciones sexuales se convierten en un remedio natural contra ese dolor de cabeza. Existe al respecto mucha documentación acerca del uso por parte del organismo de estas sustancias en diferentes tipos de animales.
«En las sociedades en las que la sexualidad genital está muy reprimida, las mujeres tienen una menor probabilidad de tener partos más fáciles, y a la inversa, la rutina hipercontroladora del proceso del nacimiento probablemente influye en otros aspectos de nuestra vida sexual»
Pongamos como ejemplo el caso de lo hámster y las betaendorfinas, cuyos niveles en sangre aumentaron en 86 veces en ejemplares machos después de la quinta eyaculación en comparación con los animales del grupo de control. En esta misma línea se han realizado estudios en humanos que profundizan en el papel de la liberación en sangre de endorfinas durante el trabajo de parto y el parto. Como consecuencia de estos nuevos estudios, ha salido a la luz el tema del dolor y si éste es psicológico o resultado de condicionamientos culturales, asunto que ha formado parte del debate con argumentos que podemos situar en hace 40 años. Hoy por hoy damos por aceptado el concepto de dolor psicológico, aunque también existe un sistema de compensación cuya finalidad es regular el uso de sustancias opiáceas naturales por parte del organismo humano. Ése es sólo el comienzo de una larga serie de reacciones.
Por ejemplo, las betaendorfinas liberan prolactina, una hormona que le da el toque final a la maduración de los pulmones del bebé y que es igualmente necesaria para la secreción de la leche materna. También la oxitocina ayuda en este caso a la subida de la leche.
Este aparentemente simple hecho de liberación de endorfinas durante el proceso del nacimiento nos dice que en los 90 no podemos ya separar el estudio del dolor del estudio del placer, dado que el sistema que nos protege del dolor es el mismo que nos produce el placer. Durante el parto y nacimiento, el bebé libera sus propias endorfinas, de lo que se deduce que, en la hora siguiente al nacimiento, tenemos a una madre y a un bebé impregnados de opiáceos. Es entonces cuando se establece esa relación de apego o vínculo, ya que los opiáceos crean un estado de dependencia. De igual manera, cuando los individuos de una pareja sexual se encuentran uno junto al otro e impregnados de opiáceos, se crea otro tipo de dependencia muy similar a la relación de apego entre una madre y su bebé.
Teniendo en cuenta que la lactancia es necesaria para la supervivencia de los mamíferos, no sorprende advertir que existe un sistema interno de recompensa que anima a la madre a dar el pecho. Cuando una madre amamanta, en veinte minutos alcanza el nivel máximo de endorfinas; así, al bebé le ha recompensado la crianza desde que la leche humana contiene endorfinas. Éste es el motivo por el que algunos bebés se muestran como “elevados” después de mamar.
«Durante el acto sexual se liberan niveles altos de endomorfinas, por lo que para la personas que padecen de migraña, las relaciones sexuales se convierten en un remedio natural contra ese dolor de cabeza»
Nuestros conocimientos acerca de las endorfinas es aún muy reciente. Hace sólo 20 años, Pert y Snyder publicaron un artículo histórico en la revista Science donde revelaban la existencia de células sensibles a la recepción de opiáceos en el tejido nervioso de los mamíferos. Entonces, si el sistema nervioso humano contiene células sensibles a los opiáceos, podríamos pensar que el cuerpo humano es capaz de producir alguna sustancia o sustancias muy similares a las que segrega el opio (5). En cuanto se entiendan por completo estos datos científicos publicados, dispondremos de una nueva base de la que partir a la hora de afrontar temas como la relación entre el placer y el dolor, el comportamiento masoquista y sádico, la filosofía del sufrimiento, el éxtasis religioso y los sustitutos de la satisfacción sexual, por citar sólo unos pocos temas a modo de ejemplo.
«Durante el parto y nacimiento, el bebé libera sus propias endorfinas, de lo que se deduce que, en la hora siguiente al nacimiento, tenemos a una madre y a un bebé impregnados de opiáceos»
Tanto la oxitocina, hormona del amor, como las endorfinas, hormona del placer, forman parte de un complejo equilibrio hormonal. Pongamos como ejemplo un caso de liberación de oxitocina de modo repentino. De acuerdo a un equilibrio hormonal, podemos dirigir la necesidad de amar en direcciones diferentes. En el caso de una madre con niveles altos de prolactina, ésta, en su trato con el bebé, tiende a concentrar su capacidad de amar hacia su bebé. Cuando los niveles de prolactina son bajos, como ocurre normalmente en los casos de madres que no dan el pecho, el amor es dirigido entonces hacia una pareja sexual, y es que la hormona necesaria para la secreción de la leche materna, la prolactina, disminuye el deseo sexual. Cuando un hombre tiene un tumor por el que segrega prolactina, el primer síntoma es la impotencia sexual. Los fármacos “antiprolactina” pueden ser inductores de sueños eróticos.
Es bien conocido el hecho de que, entre muchas especies de mamíferos, la madre que amamanta no es receptiva al macho. Es más, en muchas sociedades tribales, hacer el amor y amamantar son actos considerados incompatibles. Podemos decir que desde el advenimiento del modelo grecorromano de monogamia estricta viene dándose una cierta tendencia a reducir dar el pecho por medio de esclavas, nodrizas, leches animales o preparados lácteos.
Adrenalina y contacto visual Existen hormonas que inhiben ciertos episodios de la vida sexual, hormonas de la familia de la adrenalina que son liberadas cuando los mamíferos tienen miedo o sienten frío. Este tipo de hormonas, denominadas “de emergencia”, son las que nos proveen de la energía necesaria para protegernos en caso de lucha o de huida. En el caso de una hembra mamífero amenazada por un depredador potencial cuando ésta se encuentra pariendo, este tipo de adrenalina permite a la madre posponer el proceso del nacimiento, parándolo y retrasando ese momento con el fin de impulsar a la madre a lucha o huir del peligro. Es bien sabido por los ganaderos que es imposible ordeñar a una vaca asustada.
Ahora bien, los efectos de la adrenalina durante el proceso del nacimiento prueban ser más complejos en este caso. Ambos, la madre y el bebé, experimentan picos de adrenalina durante las ultimísimas contracciones que preceden al nacimiento. Con ello se permite y facilita a la madre estar alerta cuando nace el bebé; además, para los mamíferos supone una ventaja añadida, ya que liberan energía suficiente para proteger al recién nacido. Otro de los efectos derivados de tal cantidad de adrenalina disponible en el organismo del feto es que, igualmente, éste entra en el nacimiento en estado de alerta, con los ojos bien abiertos y las pupilas dilatadas, de ahí la fascinación de las madres por la mirada de sus criaturas recién nacidas. Aparentemente, este contacto visual representa para los humanos una piedra de toque fundamental en el comienzo de la relación madre-bebé. Hemos de destacar en este punto que las hormonas de la familia de la adrenalina, tan generalmente relacionadas con la agresión, cumplen un rol muy específico en la interacción madre-bebé durante la hora siguiente al nacimiento.
El cerebro primitivo En los seres humanos, el principal órgano en funcionamiento durante cualquier actividad sexual es el cerebro. Las ciencias biológicas modernas ven el cerebro como una glándula primitiva que secreta hormonas, pero sólo las primitivas estructuras del cerebro y las que rodean al hipotálamo –aquéllas que compartimos hasta con los mamíferos más primitivos– están activas durante la relación, el nacimiento y la lactancia. Los humanos tenemos un neocórtex –estructura cerebral recientemente descubierta– que alberga al intelecto sobre y alrededor de la estructura cerebral primitiva. Cuando este cerebro racional es sobreestimulado, tiende a inhibir la acción del cerebro primitivo. Durante el proceso del nacimiento, hay una etapa en la que a la mujer de parto le da la sensación de estar en otro planeta; para llegar a ese “otro planeta”, ha tenido que cambiar su nivel de conciencia reduciendo la actividad del neocórtex. Y al contrario, durante el proceso del nacimiento y cualquier experiencia sexual, una estimulación del neocórtex tiene un efecto inhibitorio: una conversación lógica, sentirse observada, luces fuertes, etc. Hay pocas parejas que puedan hacer el amor si se sienten observadas o si sus neocórtex se encuentran estimulados por luces fuertes o pensamientos lógicos.
Resulta irónico que los mamíferos no humanos, cuyo neocórtex no está tan desarrollado como el nuestro, cuenten con una estrategia para dar a luz en privado. La sensación de seguridad es un requisito previo para mantener el estado de privacidad. Para uno sentirse seguro, antes debe de sentirse protegido. Recordemos que las primeras comadronas eran normalmente las madres de las mujeres que estaban dando a luz. Otras comadronas que sustituían a la figura materna debían ser, sobre todo, personas protectoras.
«Durante el proceso del nacimiento, hay una etapa en la que a la mujer de parto le da la sensación de estar en otro planeta; para llegar a ese “otro planeta”, ha tenido que cambiar su nivel de conciencia reduciendo la actividad del neocórtex»
Tratar la sexualidad como un todo supone tener en cuenta muchas implicaciones. En las sociedades en las que la sexualidad genital está muy reprimida, las mujeres tienen una menor probabilidad de tener partos más fáciles, y a la inversa, la rutina hipercontroladora del proceso del nacimiento probablemente influye en otros aspectos de nuestra vida sexual.
Es necesario un completo trabajo para estudiar estas correlaciones, las cuales están basadas en muchos textos antropológicos de la muy reciente y moderna etnología, como el trabajo de Malinowski The Sexual Life of Savages (7) y los estudios de Margaret Mead. Nos encontramos con las mismas correlaciones cuando comparamos las últimas estadísticas relacionadas con el nacimiento del s. XX en los países de Europa: los nacimientos son más fáciles en Suecia que en Italia.
Por supuesto, amor y sexualidad no son sinónimos. Nadie puede definir el amor, ni nadie puede analizar con precisión los distintos tipos de amor. La última forma de amor entre los humanos debería de ser el amor a la Naturaleza , un gran respeto hacia la Madre Tierra. Durante la primera hora que sigue al nacimiento, el primer contacto del bebé con su madre es un período crítico en el desarrollo de la capacidad de respeto a la Naturaleza. Debe de existir algo en común entre la relación con la madre y la relación con la Madre Tierra. Debe de haber algunas, muy pocas, culturas en la que no exista excusa alguna para interferir en el primer contacto entre la madre y el bebé. En estas culturas, la necesidad de dar a luz en la intimidad siempre se ha respetado, culturas que se han desarrollado en sitios donde los humanos tenían que vivir sus vidas en armonía con el ecosistema, donde resultaba una ventaja desarrollar y mantener el respeto hacia la Madre Tierra.
Cuando el proceso del nacimiento se vea como un período de suma importancia en el desarrollo de la capacidad de amar, ocurrirá la revolución en nuestra visión de la violencia.
Michel Odent, Publicado en la Revista Ostare nº 7, invierno 2002 (pp.46-50) www.obstare.com
BIBLIOGRAFÍA
1. Carmichael, M.S., Humber, R., et al., (1987): Plasma oxytocin increases in the human sexual response. J. Clin. Endocrinol. Metab. 64: 27.
2. Egli, G.E., Newton , M. (1961): Transport of carbon particles in human female reproductive tract. Fertility and Sterility, 12: 151-155.
3. Mead, M. (1948): Male and Female. New York, William Morrow and Co.
4. Reich, W. (1968): The Function of Orgasm. London : Panther Books.
5. Pert, C.B. and Snyder, S.H. (1973): Opiate receptor: A demonstration in nervous tissue. Science 179: 1011-1014.
6. Odent, M. (1987): The foetus ejection reflex. Birth 14:104-105. See also Odent, M. (1991). Fear of death during labour. J.of Reproductive and Infant Psychology, 9:43-47.
7. Malinowski, B. (1919): The Sexual Life of Savages. New York , Harvest Books
La hora siguiente al nacimiento: dejen en paz a la madre
La hora siguiente al nacimiento es, sin duda, una de las fases más críticas en la vida de los seres humanos. No es por casualidad que todos los grupos humanos han molestado de forma rutinaria los procesos fisiológicos durante este corto período de tiempo a través de rituales y creencias. Nuestros entornos culturales están determinados en gran medida desde el principio de la interacción madre-recién nacido. La primera hora siguiente al nacimiento puede ser vista desde multitud de perspectivas complementarias. Mi objetivo es catalogar doce perspectivas para demostrar la dimensión real de este tema tan complejo.
Perspectiva 1: Necesidad repentina de respirar No necesitamos desarrollar esta perspectiva extensamente documentada. Se sabe muy bien que durante la primera hora después del nacimiento el bebé ha de utilizar sus pulmones de forma repentina. Esto implica, en particular, que el corazón debe bombear urgentemente la sangre para la circulación pulmonar. La condición es que las circulaciones pulmonar y sistémica se separen a través del cierre de las conexiones que hay entre ellas (ductus arteriosus y foramen oval).
Perspectiva 2 : Efectos conductuales de las hormonas La información disponible es tan reciente que necesitamos desarrollar este aspecto. Hoy en día estamos en disposición de explicar que todas las hormonas liberadas por la madre y el feto durante la primera y la segunda fase del parto aún no se eliminan en la hora siguiente al parto. Todas ellas juegan un papel específico en la interacción madre-recién nacido. Hasta hace poco ni siquiera se sospechaban los efectos conductuales de estas hormonas. La hormona clave implicada en la fisiología del parto es sin duda la oxitocina. Sus efectos mecánicos son conocidos desde hace mucho tiempo (efectos en las contracciones uterinas para el nacimiento del bebé y la expulsión de la placenta, en las contracciones de las células mio-epiteliales del pecho para el reflejo de expulsión de la leche).
Prange y Pedersen demostraron los efectos conductuales de la oxitocina por primera vez en 1979 a través de experimentos con ratones: una inyección de oxitocina directamente en el cerebro de las hembras vírgenes inducía una conducta maternal. Este experimento sentó la base para una nueva generación de estudios. Los resultados de cientos de ellos se pueden resumir en una o dos frases: la oxitocina es la hormona típica del altruismo, y está presente en cualquiera de las facetas del amor que se quieran contemplar. Esta información resulta ser muy importante cuando uno sabe que, según los estudios suecos, es justo después del nacimiento del bebé y antes de la expulsión de la placenta cuando las mujeres tiene la capacidad de llegar a los niveles máximos de oxitocina. Igual que en cualquier otra circunstancia (por ejemplo, relaciones sexuales o lactancia) la liberación de la oxitocina es altamente dependiente de factores ambientales. Es más fácil si el sitio es muy caluroso (para que el nivel de hormonas de la familia de las adrenalinas quede lo más bajo posible). También resulta más fácil si la madre no tiene otra cosa que hacer que mirar a los ojos del bebé y sentir el contacto con su piel sin ninguna distracción.
Nos queda un nuevo campo de investigación: el modo de la liberación de la oxitocina. Para hacer efecto, esta liberación tiene que ser pulsátil: cuanto más alta es la frecuencia, más eficiente es la hormona. La oxitocina no se libera jamás de manera aislada; siempre
forma parte de un equilibrio hormonal complejo. Éste es el motivo por el que el amor tiene tantas facetas. En el caso particular de la hora siguiente al parto, en condiciones fisiológicas, el nivel máximo de oxitocina está asociado con un nivel alto de prolactina, la cual también se conoce bajo el nombre de la hormona de la maternidad. Ésta es la situación más típica de expresar amor a los bebés. La oxitocina y la prolactina se complementan una a la otra. Además, los estrógenos activan los receptores de oxitocina y prolactina. Siempre tenemos que pensar en términos de equilibrio hormonal.
En el mismo año 1979 también se demostró la liberación maternal durante las contracciones y el parto de hormonas parecidas a la morfina. La liberación de estas endorfinas está ahora muy bien documentada. En los primeros años de los 80 nos enteramos de que el bebé también libera sus propias endorfinas durante el proceso del nacimiento, y hoy no hay duda de que durante un cierto tiempo después del parto ambos, madre y bebé, por igual, están impregnados de opiáceos. La propiedad de los opiáceos de inducir estados de dependencia es de sobra conocida, así que resulta fácil prever cómo es el desarrollo del principio de una ´dependenciaª o vinculación.
Incluso hormonas de la familia de las adrenalinas (a menudo consideradas como las hormonas de la agresividad) tienen un papel obvio en la interacción madre y bebé inmediatamente después del parto. Durante las últimas contracciones antes de nacer el bebé, estas hormonas alcanzan su nivel más alto en la madre. Este es el motivo por el cual, en condiciones fisiológicas, en cuanto empieza el reflejo de expulsión fetal, las mujeres tienden a estar erguidas, llenas de energía, con una necesidad repentina de agarrar algo o a alguien. A menudo necesitan beber un vaso de agua, exactamente como un orador lo necesita delante de una gran audiencia. Uno de los efectos de esta liberación de adrenalina es que la madre está alerta cuando el bebé ha nacido. Hay que pensar en los mamíferos en su hábitat natural y se puede entender claramente cuán ventajoso es para la madre tener suficiente energía, y agresividad, para proteger a su bebé recién nacido si hace falta. La agresividad es un aspecto del amor maternal.
También se sabe muy bien que el bebé cuenta con sus propios mecanismos para sobrevivir durante las fuertes contracciones finales del expulsivo y libera sus propias hormonas de la familia de la adrenalina. Un torrente de noradrenalina permite al feto adaptarse a la falta fisiológica de oxígeno específica de esta fase del expulsivo. El efecto visible de esta liberación hormonal es que el bebé está alerta al nacer, con los ojos bien abiertos y las pupilas dilatadas. Las madres humanas se sienten fascinadas y encantadas con la mirada de sus recién nacidos. Es como si el bebé estuviera dando una señal, y ciertamente parece que este contacto visual humano es un aspecto importante en el comienzo de la relación madre-bebé entre los humanos.
El papel altamente complejo que juegan las hormonas de la familia de la adrenalina-noradrenalina en la interacción madre-bebé no se ha estudiado mucho. Unos pocos experimentos con animales abren el camino para investigaciones más profundas. Los ratones que no tienen el gen responsable de la producción de noradrenalina dejan a sus crías desatendidas, sucias y sin alimentar a no ser que se les inyecte un fármaco productor de noradrenalina cuando dan a luz.
Desde la perspectiva hormonal, parece claramente que la sexualidad vuelve a su punto de partida. En los distintos episodios de nuestra vida sexual se liberan las mismas hormonas y se reproducen guiones similares. Por ejemplo, durante el acto sexual, los dos compañeros, macho y hembra, liberan oxitocina y endorfinas. Es el comienzo de un vínculo afectivo que sigue el mismo patrón que el apego madre-bebé durante la hora después del parto. Nuestros conocimientos actuales sobre los efectos conductuales de las distintas hormonas implicadas en el proceso del parto nos ayudan a interpretar el concepto de un período sensible introducido por los etólogos. Está claro que todas las hormonas liberadas por la madre y el bebé durante las contracciones y el parto no se eliminan inmediatamente. También es evidente que todas ellas juegan un papel específico en la ulterior interacción madre-bebé.
Perspectiva 3: Perspectiva etológica Los etólogos son los que observan el comportamiento de los animales y los seres humanos. A menudo estudian un comportamiento en concreto dentro de un número de especies no relacionadas. Ellos fueron los primeros científicos en afirmar que, desde el punto de vista del vínculo entre madre y recién nacido en los pájaros y los mamíferos, hay un período corto pero crucial inmediatamente después del parto que no se va a repetir jamás. Harlow estudió concretamente el proceso de vinculación entre los primates. La importancia del enfoque etológico está surgiendo paulatinamente después del reciente descubrimiento de los efectos conductuales de las hormonas implicadas en el proceso del parto. Un estudio etológico sobre la primera hora después del parto entre los humanos es difícil porque los procesos fisiológicos se interrumpen de manera sistemática. No obstante, sería posible en circunstancias inusuales. Imaginad a una mujer que da a luz en su propio baño mientras su marido está de compras. Está en un sitio muy cálido y bastante oscuro. No se siente observada por nadie. No obstante, a través de una rendija de la puerta, de vez en cuando, se pueden vislumbrar imágenes de la escena. Combinando lo que hemos aprendido de diferentes historias como ésta, podremos describir un comportamiento estereotipado. Primero, la madre mira a su recién nacido que se halla entre sus piernas. Después de un rato, se atreve a tocarlo con las puntas de los dedos. Luego, cada vez se atreve un poco más y quiere coger a su bebé en brazos. En ese momento, la mayoría de las mujeres están fascinadas por los ojos del bebé.
Perspectiva 4: Primera hora y comienzo de la lactancia Hasta hace muy poco no se consideraba la importancia de la primera hora posterior al nacimiento como el momento en el que se supone que comienza la lactancia. Imagínense a un bebé nacido en casa hace un siglo. El cordón se cortaba en seguida; luego, al bebé se le lavaba, vestía y se le enseñaba a la madre antes de ponerlo en una cuna.
Contaré una anécdota que nos ayude a darnos cuenta de lo reciente de esta perspectiva. En 1977, en Roma, en el congreso sobre Psicosomática, Ginecología y Obstetricia, presenté un documento sobre la expresión temprana del reflejo de succión. Simplemente estaba describiendo las condiciones ideales que permiten al bebé encontrar el pecho durante la primera hora después del parto. Ninguno de los obstetras y pediatras presentes en aquella sesión podían creer que un bebé humano sería capaz de encontrar el pecho, por sí mismo, durante la hora posterior al nacimiento.
Hoy día la mayoría de las comadronas saben que el bebé humano está programado de forma natural para encontrar el pecho por sí mismo en su primera hora de vida. Es más, uno puede entender que en condiciones fisiológicas, cuando el bebé recién nacido está listo para encontrar el pezón, la madre sigue en un equilibrio hormonal especial. Ella está todavía en otro planeta, muy instintiva. Sabe cómo coger a su bebé. En los humanos, la lactancia es básicamente instintiva durante la primera hora posterior al nacimiento. Después hay tiempo para la educación, imitación e incluso técnica.
Perspectiva 5: Primera hora y adaptación metabólica Mientras el bebé está en el útero, los nutrientes y, en particular, el combustible vital, la glucosa, son suministrados a través del cordón umbilical de forma continua. Inmediatamente después del parto, el bebé se debe adaptar a un suministro discontinuo de alimentos. La extraordinaria capacidad del neonato para responder a los valores bastante bajos de la glucosa ha sido estudiada en profundidad por M. Cornblath en EE.UU. y por Jane Hawdon, Laura Derooy y Suzanne Colson en el Reino Unido (Del útero al mundo, (Suzanne Colson, Miwifery Today, nº 61, pág. 12)
Perspectiva 6: Punto de vista bacteriológico Al nacer, un bebé está libre de gérmenes. Una hora más tarde, millones de ellos cubren las membranas mucosas del recién nacido. Nacer significa entrar en un mundo de microbios. La cuestión: ¿qué gérmenes van a ser los primeros en colonizar el cuerpo del bebé? Los bacteriólogos saben que los ganadores de la carrera van a ser los gobernantes del territorio. El entorno de gérmenes de la madre ya es familiar y amistoso desde la perspectiva del neonato porque madre y bebé comparten los mismos anticuerpos (IgG). En otras palabras, desde un punto de vista bacteriológico, el recién nacido humano necesita urgentemente estar en contacto con sólo una persona, su madre. Si añadimos que la ingestión temprana del calostro va a ayudar a establecer una flora intestinal ideal, no hay duda de que, bacteriológicamente, la hora posterior al parto es un período crítico con consecuencias para toda la vida. Nuestra flora intestinal se puede presentar como un aspecto de nuestra personalidad que no va a ser fácilmente modificable más tarde en la vida.
Perspectiva 7: Comienzo del proceso de termorregulación Mientras que en el útero el bebé nunca tuvo la oportunidad de experimentar diferencias de temperatura (exceptuando posibles episodios de fiebre materna), una vez más, los primeros minutos posteriores al parto aparecen como una interrupción de la continuidad. Como los mecanismos de termorregulación no están todavía maduros al nacer, hay razones teóricas para estar preocupados por los casos de hipertermia materna durante el trabajo de parto que inducido por anestesia epidural o baño demasiado caliente. Estas situaciones podrían suponer un peligroso desafío para la termorregulación del bebé al existir diferencias exageradas de temperatura entre los entornos intra- y extrauterinos.
Perspectiva 8: Adaptación a la gravedad Durante la primera hora se establece una nueva relación con la gravedad. De repente, el nervio vestibular que sirve al equilibrio lleva al cerebro un torrente sin precedentes de impulsos de los canales semicirculares, utrículas y sáculos.
Perspectiva 9: Enfoque etnológico La etnología se ha consolidado como ciencia a través de publicaciones de bases de datos. Hoy en día todo el material sobre embarazo, nacimiento y los primeros días posteriores al parto se encuentra fácilmente disponible. La mayoría de las culturas alteran el primer contacto entre la madre y el bebé durante la primera hora siguiente al parto. El modo más universal e intrigante de hacerlo es simplemente fomentando la creencia de que el calostro está contaminado o es dañino para el bebé; incluso se piensa que se trata de una sustancia que hay que sacar y desechar. Esta idea requiere el hecho de que, inmediatamente después de nacer, el bebé no debe estar en los brazos de su madre, lo que implica rutinas tales como cortar el cordón umbilical en seguida. El primer contacto entre la madre y el bebé puede ser perturbado a través de otras muchas rutinas, como baño, masaje, envolver en pañales apretados, atar los pies, ´ahumarª al niño, agujerear las orejas de las niñas, abrir las puertas en los países fríos, etc. Necesitaríamos libros enteros para presentar un estudio exhaustivo de las características de un gran número de culturas en relación a cómo desafían el instinto maternal protector durante el sensible período posterior al parto. Sin embargo, después de echar un vistazo rápido a las informaciones que tenemos a nuestra disposición podemos sacar una conclusión sencilla: cuanto mayor sea la necesidad social de agresión y la capacidad para destruir la vida, más intrusivos son los rituales y las creencias sobre el período siguiente al parto. Si perturbar el primer contacto entre la madre y el bebé y promulgar excusas tales como la creencia de que el calostro es malo son prácticas tan universales, esto significa que dichas rutinas han supuesto alguna ventaja evolutiva. Después de tener en cuenta y combinar todas las perspectivas que indican la importancia de la hora posterior al parto, y tras hacer referencia a los rituales y creencias perinatales, estamos en la posición de afirmar que los entornos culturales se forman en gran medida durante la primera hora siguiente al nacimiento. Ahora podemos contemplar la primera hora después del parto en el contexto de nuestras sociedades modernas.
Perspectiva 10: Enfoque obstétrico Todas estas consideraciones eran necesarias antes de analizar la hora posterior al parto en el contexto de nuestras sociedades modernas, en las que el control cultural de los nacimientos está en manos del control médico.
Analizando la literatura médica, parece que en los círculos obstétricos la pregunta es: ¿Cómo controlas la tal llamada tercera etapa?. Las revistas médicas publican periódicamente estudios aleatorios y controlados comparando los distintos modos de ´controlarª la tercera fase. El único objetivo es evaluar los riesgos de la hemorragia post-parto. Estos estudios están realizados en el contexto de grandes unidades obstétricas.
Todos los protocolos de investigación utilizan una definición negativa del ´control expectanteª (por ejemplo, la no utilización de sustancias uterotónicas y no pinzar el cordón umbilical). Los factores que pueden facilitar positivamente la liberación de la oxitocina no están incluidos en los protocolos médicos. Los resultados de tales pruebas han llevado a la práctica de inyectar rutinariamente sustancias oxitócicas a todas las madres justo en el momento del nacimiento, las cuales bloquean la liberación de las hormonas naturales sin presentar consecuencias. Los efectos de estas rutinas obstétricas se deben considerar en términos de civilización.
Perspectiva 11: Enfoque de las comadronas Algunas comadronas pueden todavía practicar la auténtica partería, lo que no significa que no sean prisioneras de pautas y protocolos estrictos. Pueden desempeñar su papel de protectoras de los procesos fisiológicos. Inmediatamente después del nacimiento, la preocupación principal de estas matronas es la liberación por parte de la madre de una gran cantidad de oxitocina, porque es necesaria para la expulsión segura de la placenta y porque es la hormona del amor.
Primero se aseguran de que la habitación se encuentre suficientemente caliente. Durante la tercera etapa, las mujeres nunca se quejan de tener demasiado calor. Si están temblando esto significa que el sitio no tiene la temperatura adecuada. En el caso de un parto en casa, la única herramienta importante para preparar de antemano es una estufa portátil que se pueda enchufar en cualquier sitio y a cualquier hora y se pueda utilizar para calentar mantas y toallas. Su otro objetivo es asegurarse de que la madre no esté distraída de ninguna forma mientras está mirando los ojos del bebé y sintiendo el contacto con su piel.
Hay muchas formas de evitar que la madre se distraiga del bebé en esta fase. La madre se puede despistar porque se sienta observada o controlada, porque alguien esté hablando, porque el que atiende el parto quiera cortar el cordón antes de expulsar la placenta, porque el teléfono suene, porque se encienda de repente una luz, etc. En esta fase, después de un parto en condiciones fisiológicas, la madre está todavía en un estado particular de consciencia, como en otro planeta. Su neocortex está todavía más o menos descansando. La contraseña debería ser: ¡No despierten a la madre!
Perspectiva 12: Matiz político Tiene sentido y es normal el hecho de que el estudio de la tercera etapa del parto, desde perspectivas no médicas, haga a mucha gente –especialmente a los médicos– sentirse incómoda. Cualquier acercamiento que pudiera conducirnos a reconsiderar nuestras actitudes durante este corto período de tiempo está quebrantando las mismas bases de nuestras culturas. La investigación puede resultar políticamente incorrecta. Ésta incluye ciertos aspectos de la Investigación sobre Salud Primal, en especial estudios que exploran las consecuencias a largo plazo de cómo nacemos. Los resultados de tan importantes investigaciones sobre temas típicos (criminalidad juvenil, suicidio adolescente, drogadicción, anorexia nerviosa, autismo, etc.) son evitados por la comunidad médica y los medios de comunicación a pesar de su publicación en reconocidas revistas médicas o científicas. La investigación políticamente incorrecta conduce a la epidemiología a un callejón sin salida.
Dr. Michel Odent ,www.birthworks.org/primalhealth /
Artículo publicado en español por la Revista Obstare nº 9
www.obstare.com
Obras actuales del autor:
· El bebé es un mamífero. Mandala Ediciones
· La cientificación del amor. Editorial Crea Vida
· El granjero y el obstetra. Editorial Crea Vida
Bibliografía
· Odent, M.: La Cientificación del Amor. Ed. Creavida. Buenos Aires, 2001
· Perdersen, C.A. et al.: Oxytocin in maternal, sexual and social behaviors. Ed. Annals of the New York Academy of Sciences, 1992; vol. 652
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· Verbalis, J.G.; McCann, M.; McHale, C.M. y Stricker, E.M.: Oxytocin secretion in response to cholecystokinin and food: differentiation of nausea from satiety. Science, 1986; 232: 1417-19
· Nissen, E.; Lilja, G.; Widstrom, A.M. y Uvnas-Moberg, K.: Elevation of oxytocin levels early post partum in women. Acta Obstet Gynecol Scand, 1995; 74: 530-3
· Zarrow, M.X.; Gandelman, R. y Renenberg, V.: Prolactin: is it an essential hormone for maternal behavior in the mammal? Horm. Behav., 1971; 2: 343-54
· Csontos, K.; Rust, M. y et al.: Elevated plasma beta endorphin levels in pregnant women and their neonates. Life Sci., 1979; 25: 835-44
· Akil, H.; Watson, S.J. y et al.: Beta endorphin immunoreactivity in rat and human blood: Radioimmunoassay, comparative levels and physiological alternatives. Life Sci., 1979; 24: 1659-66
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· Odent, M.: Don.t manage the third stage of labour! The Practising midwife, 1998; 1 (9): 31- 33
· Odent, M.: Active versus expectant management of third stage of labour. Lancet, 1998; 351:
· 1659
· Odent, M.: Between circular and cul-de-sac epidemiology. Lancet, 2000; 355: 1371
Podemos parir
Relacahupan - Campaña Urgente por una drástica reducción de las cesáreas innecesarias
INSTITUTO LAMAZE PARA EL PARTO NATURAL
#1: El Trabajo de Parto Inicia por Si Solo
Una mujer embarazada en una clase de Lamaze comenta con el grupo “El doctor dice que mi bebé está muy grande. A mi vecina le indujeron el trabajo de parto por que pensaban que su bebé también estaba muy grande, ¿Creen que deba pedir una inducción?”
Alrededor de los Estados Unidos y en muchos otros países, se escuchan declaraciones similares a ésta en las clases de educación para el parto. La inducción del trabajo de parto (el inicio artificial del trabajo de parto) es uno de los asuntos mas controversiales en el cuidado de la maternidad en la actualidad. En muchos hospitales, el trabajo de parto es inducido por razones médicas solamente, y siguiendo pautas muy estrictas. Por el contrario en otros hospitales las mujeres tienen inducciones electivas - aquellas que son hechas por conveniencia mas que por razones médicas. ¿Existen problemas con la inducción? ¿Cuáles son los beneficios de permitir que el trabajo de parto inicie por si mismo?
Plan de la naturaleza para el nacimiento
Durante las últimas semanas del embarazo, ambos la madre y el bebe se preparan para el nacimiento. Para la madre primeriza, frecuentemente el bebe desciende dentro de la pelvis alrededor de 14 días antes del nacimiento. El cervix se mueve hacía delante y gradualmente comienza a suavizarse. En un periodo que puede ser de pocos días a pocas semanas, la madre puede o no sentir contracciones irregulares, que ayudan al cerviz gradualmente a adelgazarse y tal vez hasta dilatarse algunos centímetros.
Durante la última parte del embarazo, los pulmones del bebe se maduran y él mismo forma una capa protectora de grasa, que lo hace tomar la característica rechoncha típica de un recién nacido. Muchos investigadores creen que cuando un bebe está listo para la vida fuera del útero de su madre, su cuerpo libera una pequeña cantidad de una hormona que manda una señal a las hormonas maternas para iniciar el trabajo de parto. En la mayoría de los casos, solo cuando ambos están listos el cuerpo de la madre y el del bebe, las poderosas hormonas maternas comienzan con el proceso del trabajo de parto.
Como se Induce el Trabajo de Parto
Comúnmente, el trabajo de parto es inducido en el hospital por medio de la administración de oxitocina a través de una vía intravenosa. Algunas veces se utilizan anticipadamente a la oxitocina agentes para madurar y suavizar el cerviz preparándolo para el trabajo de parto.
Razones Médicas para la Inducción
Existen algunas indicaciones médicas apropiadas para inducir el trabajo de parto. De acuerdo al Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), el trabajo de parto debe ser inducido solamente cuando el riesgo para el bebé sea mayor si permanece dentro del útero de la madre que por un nacimiento prematuro.
Esto es verdad cuando la bolsa de aguas alrededor del bebe se rompe y el trabajo de parto no inicia; cuando el embarazo ha alcanzado las 42 semanas, cuando la madre sufre de presión alta; cuando la madre sufre de algún problema de salud, tal como la diabetes, problemas en pulmones que pudieran dañar a su bebe o cuando la madre tiene una infección en el útero. Sospechar que el bebe es grande o muy grande no es una razón médica para la inducción. En un articulo de prensa liberado en noviembre del 2002, ACOG reportó que la inducción del trabajo de parto por macrosomia (bebe grande) casi duplicó la taza de cesáreas sin ninguna mejoría en los resultados perinatales (la salud del bebe).
Esta declaración fue basada en un estudio publicado en Obtetrics & Gynecology. Algunos estudios anteriores muestran que la inducción por macrosomia eleva en vez de disminuir, los índices de cesáreas sin mejorar la salud del bebe. En la publicación profesional Evaluation of Cesarean Delivery ( Evaluación del nacimiento por cesárea), publicado por el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG), los autores se expresan en contra de la inducción para bebes grandes en una mujer saludable, concluyendo que “La indicación para el trabajo de parto por sospecha de macrosomia (bebe grande) no mejora los resultados, causa gastos de recursos considerables y puede elevar el índice de cesáreas.
Inducción por Conveniencia
Algunas veces la inducción es considerada conveniente para la gente involucrada. Los hospitales pueden poner personal extra de enfermería durante los turnos cuando las inducciones son programadas, los médicos pueden programar los partos para los días y horarios que mas les convengan; y los padres pueden hacer arreglos en el trabajo y planear los viajes de los familiares de acuerdo a la fecha programada para la inducción.
Sin embargo, la inducción electiva no es conveniente cuando los retrasos rutinarios del hospital posponen la hora indicada para el inicio de la inducción.
No es conveniente cuando la inducción no funciona y la mujer es regresada a casa para intentarlo otro día. Y seguramente no es conveniente cuando ésta lleva a un nacimiento por cesárea y la nueva mamá deberá recuperarse de una cirugía mayor abdominal en vez de un parto natural.
Desventajas de la Inducción Existe evidencia creciente de que la inducción del trabajo de parto no está exenta de riesgos.
Prematurez
Uno de los problemas de inducir el trabajo de parto es que las fechas probables de parto no son exactas. Si hay un error de 2 semanas al calcular la fecha probable de parto, una mujer que está programada para inducción en la semana 38 podría tener tan solo 36 semanas de embarazo. El Dr. Michael Kramer de la Universidad de Montreal y sus colegas examinaron 4.5 millones de nacimientos en los Estados Unidos y Canadá durante los 1990´s . En un estudio publicado en The Journal of the American Medical Association ( Diario de la Asociación Americana de Médicos) en agosto del 2000, los investigadores concluyeron que los bebes nacidos tan solo unas semanas mas temprano – de 34 a 36 semanas- eran 3 veces mas propensos a morir en su primer año de vida que aquellos bebes nacidos a término. “ Los obstetras pueden percibir la inducción como libre de riesgos y por esto no evaluar adecuadamente los riesgos y los beneficios” , dijo mas tarde el Dr. Kramer en una entrevista.
Complicaciones y Nacimientos por Cesárea
Investigadores en la Universidad de Texas South Western Medical Center en Dallas, Texas, también echaron un vistazo a los resultados del embarazo por semanas de gestación. Después de examinar mas de 56,000 resultados de embarazos en las 40, 41 y 42 semanas de gestación, el Dr. James Alexander y sus compañeros de investigación concluyeron que “La inducción rutinaria del trabajo de parto a las 41 semanas de gestación suele incrementar las complicaciones en el trabajo de parto y el nacimiento por cesarea sin ninguna mejoría significante en los resultados neonatales” .
Los investigadores de Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group, una fuente de información mundialmente respetada, respecto a los cuidados y atención basados en evidencia, estuvieron de acuerdo con esta conclusión.
Con referencia a embarazos postérmino ellos declaran “Una política de inducción rutinaria a las 40-41 semanas de gestación en un embarazo normal no puede ser justificada, esto demostrado por pruebas controlados...... Una vez que la duración del embarazo ha logrado certeramente completar las 41 semanas, a aquellas mujeres que elijan ser inducidas, se les deberá ofrecer el mejor método de inducción disponible.”
Incremento en la Necesidad de Intervenciones
En adición al incremento en el riesgo de moderada prematurez y nacimientos por cesárea, la inducción del trabajo de parto por lo regular crea la necesidad de intervenciones médicas adicionales. En muchos casos, si una madre es inducida, necesitará una canalización intravenosa (IV) y monitoreo electrónico del ritmo cardiaco fetal continuo.
En muchos lugares se requerirá que la mujer permanezca en cama o muy cerca de ella. Como resultado la mujer será incapaz de colaborar en el progreso de su trabajo de parto, caminando libremente o cambiando de posiciones en respuesta a sus contracciones de trabajo de parto. La madre será incapaz de tomar ventaja de un reconfortante baño de tina o un regaderazo para aliviar el dolor de sus contracciones.
Las contracciones inducidas artificialmente usualmente llegan a la cúspide más rapidamente y permanecen intensas por periodos mas largos, que las contracciones naturales, incrementando la necesidad de uso de medicamentos para aliviar el dolor en la madre.
Desventajas Psicológicas
El trabajo de parto inducido, especialmente cuando no está indicado médicamente puede dar un mensaje muy poderoso a la madre, de que su cuerpo no esta funcionando adecuadamente- de que necesita ayuda para iniciar su trabajo de parto.
Este mensaje junto con el necesario incremento de intervenciones médicas, puede disminuir la confianza de la madre en su habilidad para dar a luz.
Preocupación de ACOG sobre el aumento en los índices de la Inducción
En junio del 2002 en un artículo de prensa, el Colegio Americano de Obstetras y Ginecólogos (ACOG) atribuyo el dramático incremento de inducciones en parte a la presión de los pacientes, conveniencia de los médicos, la disponibilidad muy difundida de agentes para la maduración del cerviz y las preocupaciones sobre posibles demandas.
En un comentario de una publicación de Obstetrics & Gynecolgy (Obstetricia y Ginecología) en junio del 2002, los autores recomiendan cautela respecto a la inducción (electiva) hasta que las pruebas clínicas puedan validar el uso mas liberal de la inducción del trabajo de parto.
Recomendaciones de Lamaze International
Lamaze International te recomienda que no elijas la inducción, ni estés de acuerdo en ser inducida a menos que exista una razón médica real.
Un bebe “grande” o “muy grande,” no es una razón médica para realizar una inducción en una mujer que no es diabética. El permitir que tu cuerpo entre en trabajo de parto espontáneamente es casi iempre, la mejor forma de saber que tu bebe está listo para nacer. Interferir o remplazar las hormonas naturales que orquestan el trabajo de parto, parto, lactancia y apego materno, podría tener consecuencias que aun no podemos comprender. Sentir la experiencia de las contracciones naturales producidas por la oxitocina de tu propio cuerpo, incrementan tu libertad para responder a ellas moviéndote libremente, cambiando de posiciones y utilizando a voluntad la tina o la regadera. El trabajar durante el trabajo de parto y dar a luz sin intervenciones médicas innecesarias, incrementan la posibilidad de que tendrás memorias mas positivas para toda la vida de tu experiencia de parto y disminuye la posibilidad de complicaciones para ambos, tu y tu bebé.
#2: Libertad de Movimiento a lo Largo del Trabajo de Parto
Una mujer embarazada en una clase de Lamaze pregunta sobre los mensajes mixtos que ella ha visto sobre el parto. “En clase he visto películas de mujeres caminando, utilizando la tina, o sentadas sobre la pelota. Pero en las historias de parto que salen en la televisión, parece que la mujer pasa la mayor parte del tiempo en la cama. ¿Es realmente importante estar fuera de la cama y moverse libremente?
La libertad de movimiento es importante para hacer que el nacimiento de tu bebé sea más fácil. Es la mejor forma en la que puedes usar la fuerza de gravedad para ayudar a tu bebé a bajar, e incrementar el tamaño y forma de la pelvis. Te permite responder al dolor en forma activa, y podría acelerar el proceso del trabajo de parto.
En contraste con lo que vemos en los programas populares de la TV en los Estados Unidos, las películas a través de la historia y de varias culturas, muestran mujeres en muchas posiciones durante el trabajo de parto. De acuerdo a Cochrane Pregnancy And Childbirth Group (Cochrane Grupo de Embarazo y Nacimiento), una fuente de información respetada mundialmente en cuanto a cuidados basados en evidencia científica, los estudios demuestran que la habilidad de una mujer en trabajo de parto, el moverse libremente y elegir su propia posición es probablemente los más beneficioso. La actividad provee distracción de la incomodidad, un gran sentido de libertad personal, y la oportunidad de liberar la tensión de los músculos que incrementa el dolor. Un estudio ha demostrado que cuando la mujer trabaja por sí sola sin restricciones, ella misma encuentra posiciones que le son cómodas. Cambiará de posición con mayor frecuencia mientras mas se acerca al parto. Sin ninguna dirección y escuchando las señales de su propio cuerpo, la mujer se moverá y adoptará posiciones tales como, parada, agachada, en cuclillas, sentada, hincada, etc.
¿Porqué Ayuda el Movimiento?
El útero responde al movimiento trabajando con mayor eficiencia. Las posiciones que una mujer elige por comodidad, generalmente ayudan al progreso en el paso del bebé a través del canal de parto.
Los estudios han demostrado que el cambio de posiciones puede ser utilizado para ayudar al bebé a rotar y pasar por la pelvis conforme vaya siendo necesario durante el trabajo de parto. Esto puede ser particularmente útil cuando el bebé ha entrado en la pelvis de la madre en posición posterior (la parte trasera de la cabeza del bebé mirando hacia la espalda de la madre) en vez de la posición más favorable, la anterior (la parte trasera de la cabeza del bebé mirando hacía el abdomen de la madre). Cuando el trabajo de parto se vuelve lento, un cambio de posición ayudará a “ encontrar nuevamente el ritmo”.
Durante el trabajo de parto la mujer puede cansarse y necesitar un descanso en una posición más cómoda. Sin embargo, de acuerdo con un estudio publicado en el 2003 en Nursing Research ( Investigación de Enfermería), el dolor en la parte baja de la espalda en una mujer en trabajo de parto es significantemente mas fuerte en la fase activa cuando se encuentra en una posición supina (acostada boca arriba). Es por esto que toda instalación para el nacimiento deberá proporcionar muchas opciones que permitan a la mujer moverse y cambiar de posiciones.
Una mujer debe poder descansar en una mecedora, en la pelota o en una tina con agua.
Ella puede necesitar un sillón o silla sin brazos en la cual se pueda sentar al revés, inclinándose hacía el enfrente sobre una almohada puesta sobre el respaldo de la silla. La mujer puede desear bailar, abrazando a su pareja lentamente con la música de su elección o utilizar un rebozo para facilitar el movimiento y posicionamiento adecuado. Debe existir un área segura para caminar tanto dentro como fuera de la instalación para el nacimiento, se trate de un hospital, un centro de maternidad o la propia casa.
Un estudio publicado en The New England Journal Of Medicine (Diario de Medicina de Nueva Inglaterra) en 1998 observó los efectos de caminar durante el trabajo de parto. Aunque en este estudio los trabajos de parto de las mujeres no fueron más cortos, las mujeres que caminaron se sintieron tan satisfechas que dijeron que les gustaría volver a caminar en sus próximos partos.
Practicando Posiciones y Movimientos Útiles
En las clases de educación para el parto, la mujer y su pareja practicarán varias posiciones y diversos movimientos. Ella practicará con posiciones de inclinación hacía adelante que alentarán al bebé a entrar en la pelvis en una posición que facilite la labor de parto y el parto. Estas posiciones deberán adoptarse durante las últimas semanas del embarazo, así como durante el trabajo de parto, especialmente si la mujer experimenta dolor severo en la parte baja de la espalda. Las clases de educación para el parto enseñan también a la mujer a cómo balancear su pelvis y a utilizar a su favor ese balanceo; a utilizar la posición de cuclillas, a bailar lentamente y asumir la posición de rodillas al pecho. Conocerá la ventaja de subir escaleras como movimientos clave durante el trabajo de parto, así como utilizar la pelota y el rebozo que facilitan el óptimo posicionamiento durante el trabajo parto.
Razones por las que la Mujer No Deba Moverse Durante el Trabajo de Parto
Aunque el hospital no tenga políticas que restrinjan a la mujer en trabajo de parto a permanecer en cama, el uso rutinario y continuo del monitor electrónico fetal, el uso de soluciones intravenosas (IV), los medicamentos para inducir o acelerar el trabajo de parto y la anestesia epidural limitan su movimiento y la confinan a la cama. De hecho, cuando se les preguntó a las mujeres norteamericanas por que no caminaron durante su trabajo de parto, la respuesta siempre fué, “ Porque estaba conectada a algo”.Si se quiere mejorar la comodidad de la mujer en trabajo de parto y si se quiere apoyar el parto natural, las intervenciones tales como el monitoreo electrónico fetal continuo y la solución intravenosa deberán ser utilizados solo cuando se presente alguna complicación que las haga necesarias.
Cuando es médicamente necesario utilizar estas intervenciones, a la mujer se le debe guiar para que logre moverse de la forma en que le sea posible. Por ejemplo, la mujer puede ser auxiliada a cambiar de lado al estar acostada o a inclinarse sobre el respaldo de la cama o usar la barra de la propia cama de partos para ponerse en cuclillas.
Recomendaciones de Lamaze International
La libertad de movimiento es el componente principal en el manejo del dolor. Como muchas mujeres en el mundo puedes usar el movimiento para que el trabajo de parto sea más confortable y más eficiente. Ya que no existe una posición ideal para el trabajo de parto, la libertad de elegir y responder en forma propia es crítica. “ Tal vez la mayor consideración sería darle a la madre la libertad de elección respecto a cuando y cuanto se mueve ,cuando se sienta o se levanta. Si se balancea sobre sus rodillas y manos o asume otras posiciones. Por lo general la mujer asumirá instintivamente la posición que favorezca un trabajo de parto más rápido y efectivo.” El parto es un proceso activo, y si no existen restricciones, tu cuerpo responderá para facilitar el proceso tanto para ti como para el bebé.
#3 Apoyo Continuo Durante el Trabajo de Parto
Un compañero en la clase Lamaze dice “¿De que manera voy a poder proporcionar el apoyo necesario que ella necesita durante el trabajo de parto? ¿Voy a contar con ayuda?”
Hasta hace poco, las mujeres aprendían todo sobre el nacimiento por medio de sus madres y hermanas. El parto se llevaba a cabo en la comodidad del hogar. Los rituales y las tradiciones familiares aseguraban que la mujer tuviera confianza en su habilidad para dar a luz, rodeada por los miembros de la familia y por mujeres sabias que proveían apoyo y fuerza durante el trabajo de parto y nacimiento. Las parteras de la comunidad atendían la mayoría de los partos.
Una vez que el parto se mudó a los hospitales en el siglo XX, las mujeres perdieron el valioso apoyo y fuerza que les brindaban las mujeres de su comunidad. Las enfermeras proveían apoyo, pero en la mayoría de los casos, al ser responsables del cuidado de varias mujeres en trabajo de parto a la vez no podían permanecer continuamente al lado de una sola mujer.
Durante los años de 1960 Lamaze International y otras organizaciones para el nacimiento ejercieron presión exitosamente, para permitir que los padres entraran al cuarto de Labor. Los padres proveen un apoyo emocional muy especial a la mujer en trabajo de parto. Ahora en el siglo XXI , las mujeres están volviendo a descubrir el valor del apoyo adicional que proporciona una mujer que comprende todo con respecto al nacimiento.
Generalmente las mujeres erróneamente asumen que una enfermera, partera o médico estará constantemente a su lado a lo largo del trabajo de parto. En algunos sitios, las parteras y enfermeras pueden proporcionar apoyo continuo para la mujer en trabajo de parto y su familia. Sin embargo en la mayoría de los sitios en donde se atienden los nacimientos, la realidad es que existen otras responsabilidades que mantienen al médico, partera y enfermeras ocupados, lo que no permite que apoyen a una sola mujer continuamente.
Aun cuando la partera se dedique al cuidado de una sola mujer, sería de gran ayuda que otra mujer experimentada proporcionara el apoyo físico y emocional que se requiere.
Antes del nacimiento de tu bebé, deberás decidir quien puede ofrecerte apoyo continuo, puedes elegir una amiga o familiar o tal vez decidas contratar una Doula, que es una persona profesional que brindará apoyo continuo durante el trabajo de parto y el nacimiento de tu bebé.
¿Porque es Importante Contar con Apoyo Continuo?
El trabajo de parto puede sorprenderte ( al igual que a tu pareja) con su poder y su fuerza. Contar con la presencia continua de una mujer que tenga experiencia en el nacimiento para tranquilizarte a ti y a tu pareja de que el trabajo de parto progresa normalmente los ayudará a ambos a continuar.
Una mujer con experiencia en el nacimiento sabrá proporcionar también masajes reconfortantes y sugerirá posiciones que te ayuden al progreso del parto buscando siempre tu comodidad. Quizás cuentes con el apoyo de amigos o familiares que tengan experiencia en el nacimiento y que deseen proporcionarte este tipo de apoyo continuo. Si no cuentas con esta ayuda, considera contratar una a una doula.
El Papel de la Doula
De acuerdo al libro “The Doula Book” (El Libro de la Doula), “una doula es una acompañante de trabajo de parto con experiencia que proporciona a la mujer y a su pareja, tanto apoyo físico como emocional a través de todo el trabajo de parto y el nacimiento del bebé y en algunos casos este apoyo se puede extender durante el post parto inclusive.”
Una doula permanecerá contigo y con tu compañero continuamente a través del trabajo de parto y el parto, proporcionando apoyo físico, emocional e informativo.
La doula jamás se apartará de ti por mas de unos minutos a menos que tu así lo solicites. Una doula trabajará contigo y con tu pareja para ayudarlos a tener la clase de parto que tu quieres. Ella te ayudará a introducirte dentro de una tina de agua tibia o en la regadera si así lo deseas. Caminará contigo y con tu pareja , proporcionándote masajes en la espalda, manos o pies según sea necesario. Una doula te apoyará en tu decisión respecto al uso de medicamentos. Si tu le dices a la doula que deseas tener un parto no medicado, ella te ayudará a lograr esta meta. Después del parto, la doula permanecerá a tu lado durante un par de horas para ayudarte a establecer la lactancia.
Las doulas no han sido entrenadas para realizar tareas médicas o de enfermería y jamás deben ofrecer consejos médicos. Sin embargo pueden ayudarte a comprender los eventos médicos. También te pueden alentar a comunicar tus preferencias al personal hospitalario. Si tu trabajo de parto toma un rumbo distinto al esperado, la doula te ayudará a esclarecer tus sentimientos y a revisar tus opciones objetivamente.
Uno de las tareas más importantes de una doula es ayudarte a tener recuerdos positivos de la experiencia del nacimiento de tu hijo. Después del parto, recordarán juntas los aspectos positivos del parto y contestará a todas las dudas que pudieras tener.
Si el parto no sale tal como lo planeaste, la doula estará ahí para escucharte y para proporcionarte apoyo.
Investigación Respecto al Apoyo Continuo
Las investigaciones respecto a los beneficios del apoyo continuo proporcionado por doulas durante el trabajo de parto es impresionante. De acuerdo al Grupo Cochrane Preganacy and Childbirth Group ( Grupo Cochrane del Embarazo y Nacimiento), una fuente de información respetada mundialmente respecto a los cuidados y atención basados en la evidencia, los estudios demostraron que el apoyo continuo para la mujer durante su trabajo de parto y parto es claramente benéfico. Comparado con mujeres que recibieron el cuidado habitual durante el trabajo de parto, las mujeres con apoyo continuo, es decir que recibieron apoyo individualizado continuamente tienen menos probabilidad de:
· Tener un nacimiento por cesárea.
· Dar a luz con fórceps o utilizando el extractor al vacío.
· Utilizar anestesia epidural.
· Utilizar cualquier tipo de analgesia ( medicamentos para el dolor)
· Reportar insatisfacción o recuerdos negativos respecto a su experiencia del nacimiento.
Los autores de Cochrane también encontraron que los resultados eran mejores cuando el apoyo era proporcionado por gente externa ( con o sin algún entrenamiento especial) que estuvieron presentes expresamente con el propósito de ofrecer apoyo durante el parto, en comparación a cuando el apoyo era proporcionado por el personal del hospital tales como médicos residentes enfermeras, parteras y estudiantes de partería. Los críticos comentaron que las características de los entornos de los hospitales modernos, como se organizan actualmente, implican un desafío para el personal hospitalario siendo casi imposible proporcionar apoyo continuo durante el trabajo de parto.
La Doula y el Compañero del Trabajo de Parto
La mayoría de los compañeros desean participar en el nacimiento de sus hijos y proporcionar apoyo a su pareja. Sin embargo muchos hombres y algunas mujeres tienen poca o ninguna experiencia con el nacimiento de un bebé. Conforme las contracciones se intensifican y la mujer en trabajo de parto lucha con el dolor, su compañero puede llegar a asustarse. El o ella pueden no tener la experiencia para saber si el trabajo de parto esta avanzando como debería. Se puede volver cada vez mas difícil para el compañero tranquilizar a la mujer en trabajo de parto. La mayoría de los compañeros sienten un gran alivio, cuando una mujer con experiencia está presente y puede proporcionar la tranquilidad necesaria y la seguridad de que el trabajo de parto va muy bien.
Una buena doula comprende las señales del compañero durante el parto. Si tu compañero está sentado junto a ti, tomándote la mano, en contacto frente a frente y ofreciéndote palabras de apoyo, la doula no interferirá en esa relación íntima entre ustedes dos. Al contrario, ella les proporcionará apoyo invaluable y aliento para continuar así.
Sin embargo, si necesitas apoyo adicional, la doula trabajará junto con tu compañero brindándote quizás un masaje en la espalda o en los pies mientras que tu compañero hace contacto frente a frente y te susurra palabras de aliento. O tal vez la doula podría sugerir un cambio de actividad, tal como un baño tibio en tina o regadera, o caminar por los pasillos. La doula puede mostrar a tu compañero como proporcionar contrapresión efectiva o como dar un buen masaje. La doula también puede ofrecer apoyo mientras tu compañero toma recesos necesarios para ir al baño o para comer algo.
Planeando el Apoyo Contínuo
Una amiga o familiar con experiencia en nacimientos puede tener deseos de proporcionar apoyo continuo tanto a ti como a tu pareja. Estas mujeres no necesitan tener un entrenamiento formal como doulas, siempre y cuando tengan confianza en tu propia habilidad para dar a luz a tu bebé y que estén dispuestas a permanecer contigo continuamente durante el trabajo de parto.
En la actualidad muchas mujeres se han dado cuenta de que contratar a una doula es la mejor forma de asegurarse que tendrán apoyo físico y emocional continuo a lo largo del trabajo de parto y el parto. Puedes solicitar referencias a tu educador perinatal, a tu médico o a Doulas of North America (http://www.dona.org). Una vez que hayas elegido una doula, deberás planear una visita prenatal con ella para discutir el tipo de parto que tu y tu pareja desean tener.
Las medidas de alivio y comfort que son importantes para ti, incluyendo la medicación, deberán ser compartidas con la doula. Algunos hospitales o centros de nacimiento ofrecen servicios de doula a sus clientes. Cuando existe una barrera en el lenguaje entre la doula y la mujer en trabajo de parto, usualmente ambas descubren que el contacto frente a frente y un apoyo suave y dulce compensan la falta de un lenguaje común.
Algunos planes de las pólizas de seguros para la salud te reembolsarán el costo de los servicios de la doula. Puedes llamar con anticipación para averiguar si los servicios son reembolsables, y abogar para que exista la cobertura si es que no está disponible. Las compañías de seguros y los planes para la salud pueden no saber que al proporcionar apoyo continuo, las doulas disminuyen los costos del servicio asociados con intervenciones tales como la cesárea.
Recomendaciones de Lamaze International
Lamaze International se une a la Organización Mundial de la Salud, en reconocer el valor del apoyo continuo en el trabajo de parto, como elemento clave en el parto natural.
Lamaze cree, que todas las mujeres deben tener acceso al apoyo continuo del trabajo de parto, sin barreras económicas o culturales. Lamaze alienta a todas las mujeres a hacer un plan para un entorno para el nacimiento mas protegido que incluya apoyo físico, emocional, e informativo continuo.
Una mujer de apoyo con experiencia en el nacimiento puede contribuir en forma única en tu cuidado y tención durante el trabajo de parto y parto, debido a su compromiso al permanecer continuamente contigo y tu familia, sus conocimientos sobre las medidas de alivio y comodidad tanto físicas como emocionales, y su confianza en tu habilidad innata para dar a luz a tu bebé.
#4 : No Realizar Intervenciones de Rutina
Los avances en los cuidados médicos han hecho el parto más seguro, especialmente para las mujeres con embarazos de alto riesgo y para los bebés prematuros.
Las intervenciones obstétricas como el catéter intravenoso ( IV) ,el monitor electrónico fetal (MEF), la conducción (acelerar el trabajo de parto) y la anestesia epidural son rutinarias en muchos hospitales. Sin embargo, las investigaciones no han demostrado que el uso rutinario de estas intervenciones mejoren los resultados del parto en todas las mujeres.
De hecho, las investigaciones sugieren que a menos de que exista una indicación médica clara para realizar una intervención, interferir con el proceso natural del trabajo de parto y el parto no es probable que sea benéfico, y que en realidad puede ser perjudicial. Las intervenciones pueden ser tan simples como la separación de las madres y sus recién nacidos inmediatamente después del nacimiento, o complejas como el uso continuo del monitor fetal para un trabajo de parto normal.
Restricciones para ingerir alimento y líquidos Restringir los líquidos y alimentos durante el trabajo de parto es una tradición obstétrica ampliamente aceptada. Comenzó aproximadamente hace 50 años, cuando las mujeres daban a luz bajo anestesia general sin protección de sus vías aéreas. La tradición está basada en la creencia de que el ayuno reduce los contenidos del estómago y por tanto la posibilidad de que el contenido gástrico entre a los pulmones por aspiración si una mujer vomita mientras se encuentra bajo anestesia general. Sin embargo, las técnicas de anestesia han mejorado enormemente en los últimos 50 años. La anestesia general prácticamente ha desaparecido en la obstetricia moderna; la bronco aspiración es muy raro que se presente en la anestesia moderna; ningún periodo de ayuno garantiza un estómago vacío, y los líquidos claros abandonan el estomago casi de inmediato. Por estas razones muchos proveedores de salud ya no restringen la ingesta de alimentos y líquidos durante el trabajo de parto normal.
La Sociedad Americana de Anestesiólogos (ASA) y el Colegio Americano de Obstetricia y Ginecología (ACOG) recomiendan que se den líquidos claros a las mujeres de bajo riesgo en trabajo de parto.
Las parteras recomiendan la ingesta de bocadillos ligeros y líquidos para proveer energía durante trabajos de parto muy largos. La Sociedad de Obstetras y Ginecólogos de Canadá indican que “a una mujer en trabajo de parto activo se le deberá ofrecer una dieta ligera o líquida.” El Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group (Grupo Cochrane del Embarazo y Parto), fuente de información reconocida mundialmente sobre cuidados basados en evidencia científica, recomienda el uso de una dieta baja en residuos (fibra) y baja en grasas durante el trabajo de parto.
Los anestesiólogos están realizando estudios sobre la seguridad de consumir alimentos durante el trabajo de parto. La tradición de restringir el alimento y los líquidos durante el trabajo de parto ha ido cambiando a medida que los descubrimientos de las nuevas investigaciones y nuevas técnicas médicas van surgiendo.
Uso de Fluidos Intravenosos La terapia intravenosa (IV) ha sido utilizada en forma rutinaria para prevenir la deshidratación en las mujeres a las que se les restringen los alimentos y líquidos y para proveer el acceso rápido a una vena en caso de una emergencia. Sin embargo el uso del suero intravenoso en todas las mujeres en trabajo de parto ha sido cuestionado. Las emergencias que amenazan la vida son muy raras en partos de bajo riesgo; las soluciones intravenosas no proporciona ni la nutrición ni la energía que ofrece la comida y los líquidos; algunas mujeres encuentran la canalización dolorosa y estresante; además que los sueros dificultan a la mujer a que cambie de posiciones y se mueva libremente. De acuerdo a Cochrane Pregnancy and Childbirth Group, el uso rutinario del suero intravenoso no es probable que sea benéfico.
Si el trabajo de parto es inducido o acelerado, si se aplica anestesia epidural o si se prohibe tomar líquidos y/o comer, la solución intravenosa será necesaria .
Monitoreo Electrónico Fetal Continuo La frecuencia cardíaca del bebé puede ser monitoreada ya sea por auscultación (escuchando con un dopler o estetoscopio) o por monitoreo electrónico fetal (MEF).
El MEF se puede realizar continuamente o de forma intermitentemente. Un ejemplo de monitoreo electrónico intermitente es cuando el monitor se le deja a la mujer en trabajo de parto por 20 minutos cada hora y se le remueve durante los 40 minutos restantes. Mientras que el monitor está apagado la mujer tiene la libertad para moverse y utilizar técnicas de alivio y confort como la tina o la regadera. El uso del MEF continuo restringe la habilidad de la mujer para moverse y cambiar de posicion, lo que usualmente significa que la mujer permanecerá en la cama. Su acceso a una gran variedad de técnicas de confort, como el uso de la regadera, la tina o la pelota, puede verse restringida.
Las recomendaciones de monitoreo por auscultación dependen de si el trabajo de parto sea de bajo o alto riesgo. Para un trabajo de parto de bajo riesgo, los expertos recomiendan que se escuchen los latidos del bebé cada 30 minutos durante el trabajo de parto activo (la fase en la que el cervix dilata hasta 10 centímetros) y cada 15 minutos durante la segunda etapa (el periodo expulsivo en donde la mujer puja). En un trabajo de parto de alto riesgo, se deben escuchar los latidos del corazón del bebé cada 15 minutos durante la fase activa y cada 5 minutos durante la segunda etapa.
De acuerdo al American College of Obstetricians and Gynecologists (ACOG) y la Association of Women´s Health, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN), las mujeres sanas sin complicaciones pueden ser monitoreadas ya sea por auscultación o por MEF intermitentes. Los estudios que comparan la auscultación con el MEF revelan que no hay diferencia en los resultados para el bebé. Sin embargo, las madres a las que se les aplicó el MEF tuvieron mayor número de cesáreas. ACOG sugiere usar la auscultación en lugar del MEF como una forma de disminuir el índice de cesáreas.
Habla con tu médico sobre el uso de la auscultación o el MEF intermitente en vez del uso continuo del MEF. Sin embargo, si tuvieras una complicación médica, si tu trabajo de parto es inducido o acelerado artificialmente, si te aplican bloqueo epidural, o si surge algún problema durante el trabajo de parto, el monitoreo electrónico fetal continuo será necesario.
Acelerando el Trabajo de Parto: Ruptura Artificial de Membranas y Conducción No permitir que el trabajo de parto se alargue demasiado puede sonar atractivo, pero interferir con el ritmo y la duración del trabajo de parto sin ninguna indicación médica no es lo más beneficioso. Cada trabajo de parto es único e influenciado por un número de factores, incluyendo el tamaño y la posición del bebé, la posibilidad de la mujer en trabajo de parto para moverse libremente, la confianza que la mujer siente cuando es apoyada adecuada y continuamente durante el trabajo de parto. Romper la bolsa de aguas (ruptura de membranas) puede acortar el trabajo de parto pero existen desventajas. El saco amniótico o bolsa de aguas que rodea al bebé lo protege de infecciones y de la presión mientras que se mueve a través del canal de parto. Las investigaciones sugieren que cuando las membranas se rompen en la fase temprana del trabajo de parto, el índice de cesáreas se incrementa. La ruptura prolongada de las membranas se asocia con un alto riesgo de infecciones tanto para el bebé como para la madre, en verdad, el reloj empieza a correr una vez que la bolsa de aguas se rompe.
Si el trabajo de parto no progresa, el proveedor de salud puede sugerir el uso artificial de oxitocina para acelerar el trabajo de parto. En el trabajo de parto normal, la oxitocina es liberada por el cerebro. Cuando la oxitocina alcanza un nivel alto, las endorfinas son liberadas. Endorfinas, hormonas naturales del cuerpo que reducen el dolor, ayudan a la mujer para hacer frente al dolor del trabajo de parto. La oxitocina artificialmente administrada a través de soluciones intravenosas, no llega hasta el cerebro, por lo tanto, no causa la liberación de las hormonas reductoras del dolor, las endorfinas.
La oxitocina altera también el trabajo de parto de varias formas. Las contracciones de las mujeres a las que se les ha administrado oxitocina son mas fuertes, largas y frecuentemente mas dolorosas. Si se ha administrado oxitocina, la mujer necesitará otras intervenciones como el suero y el monitoreo fetal continuo. Con la oxitocina, usualmente la mujer es confinada a la cama, sin la comodidad de moverse libremente o utilizar la tina o la regadera.
Contracciones más fuertes, pérdida de endorfinas y la inhabilidad de usar medidas de alivio y confort incrementan la posibilidad de que la mujer necesite anestesia epidural.
De acuerdo a Cochrane Pregnancy and Chilbirth Group, “ Permitir que la mujer se mueva, coma y beba líquidos como le plazca es al menos tan efectivo y ciertamente mas placentero para la mayoría de las mujeres consideradas que la necesidad de una conducción. Las investigaciones sugieren que la amniotomía (ruptura artificial de las membranas) y la conducción con oxitocina, deberán ser reservadas para aquellas mujeres con un verdadero progreso anormal del trabajo de parto. No deberán ser practicadas rutinariamente.”
Anestesia Epidural La mayoría de las mujeres tienen miedo al dolor del parto y están ansiosas de utilizar medicamentos para el dolor, especialmente cuando el medicamento es tan efectivo como el bloqueo epidural para aliviar el dolor.
En algunos hospitales a más del 90% de las mujeres se les aplica anestesia epidural durante el trabajo de parto. 60% de las mujeres en una encuesta hecha en los EE.UU. reportaron haber utilizado el bloqueo epidural. Sin embargo entre el 26% y el 41% de estas mujeres ignoraban los efectos colaterales de esta anestesia.
Con el bloqueo epidural, los músculos de la pelvis se relajan tanto, que le puede tomar mas tiempo al bebé rotar y descender a través del canal de parto. La ausencia del dolor puede interferir con la liberación natural de oxitocina y puede llevar a la necesidad de estimular el trabajo de parto con oxitocina artificial. Ya que la medicación epidural puede causar la caída de la presión arterial en la mujer en trabajo de parto, el uso de fluidos a través de sueros intravenosos antes y durante la anestesia es recomendado. Debido a que el medicamento usado durante los bloqueos epidurales puede disminuir la presión arterial materna, el uso del monitor fetal continuo es necesario.
Los cambios en la fisiología de la labor de parto y el parto, y las intervenciones requeridas para asegurar la seguridad de la madre y del bebé durante una anestesia epidural establece el escenario para un número de posibles efectos no intencionados.
Los estudios demuestran que el bloqueo epidural están asociadas con un índice mas bajo de nacimientos vaginales, un índice más alto de nacimientos instrumentados (extractor al vacío y fórceps), y trabajos de parto mas prolongados, particularmente para mujeres que van a tener a su primer hijo. Los estudios muestran también que a las mujeres a las que se les administró el bloqueo epidural tienen una taza más alta de fiebre durante el trabajo de parto.
Como resultado, el bebé puede necesitar analisis y tratamiento contra una posible infección, causando la separación de la madre y el bebé.
Existe evidencia de que el uso de anestésicos epidurales, especialmente para primigestas, incrementa la taza de nacimientos por cesárea.
Tiene sentido el evaluar cuidadosamente los riesgos y beneficios de la anestesia epidural antes de tomar una decisión personal. Cada trabajo de parto es único. Si tu trabajo de parto es muy largo y estás muy cansada, el uso de el bloqueo epidural puede proporcionar descanso y ser beneficioso. Existen de igual forma indicaciones médicas para la aplicación de la anestesia epidural, por ejemplo, una cesárea. Si tu estas trabajando activamente en el parto, y tienes la libertad de moverte y de encontrar alivio y confort en una variedad de formas, es menos probable que necesites bloqueo epidural, que lo requieras en la fase temprana del trabajo de parto o que necesites gran cantidad de medicamento.
En caso de ser requerido, utilizar una dosis menor del medicamento epidural, usarlo tardíamente en trabajo de parto permitiendo que se elimine antes de que se inicie el pujo puede reducir la cantidad de efectos no deseados.
Recomendaciones de Lamaze International
Lamaze International recomienda que evites las restricciones para comer y beber; que platiques con tu médico sobre el uso de soluciones intravenosas,el MEF continuo, la ruptura artificial de membranas, la conducción del trabajo de parto y la anestesia epidural. Buscar que solo sean utilizados cuando exista indicación médica. Lamaze International te alienta para que tengas confianza en tu habilidad para dar a luz sin intervenciones de rutina. A elegir cuidadosamente al personal de salud que atenderá el parto así como el lugar para el nacimiento asegurándote que utilicen estas intervenciones solo en caso médicamente necesario.
#5: No dar a luz en posiciones supinas, elegir posiciones verticales o recostada de lado
Como se ha demostrado en el arte a lo largo de la historia, las mujeres a través de las culturas han usado las posiciones verticales y/o posiciones neutrales para verse favorecidas con la fuerza de la gravedad (ej. recostada de lado, en cuatro puntos) para dar a luz a sus bebés. Hasta el advenimiento de los fórceps en el siglo XVII, raramente se mostraba a las mujeres dando a luz en una posición supina (recostada sobre la espalda). Usualmente las mujeres eran cuidadas y atendidas durante el trabajo de parto por “mujeres sabias”de su comunidad, que las alentaban para que se guiaran por su sabiduría interna y por el apoyo de aquellos que la rodeaban. Las mujeres usaban diferentes objetos tales como pilares, árboles y cuerdas para realzar su fuerza durante el expulsivo. Utilizaban también muebles de apoyo para el nacimiento o taburetes hechos de madera, ladrillos o piedras para ponerse en cuclillas, agacharse o a arrodillarse.
El usar una variedad de posiciones durante la segunda etapa del trabajo de parto ( la etapa de pujo) te permitirá responder a los cambios de posición del bebé mientras desciende, rota y extiende en un esfuerzo por nacer. Las posiciones que elijas, con frecuencia incrementarán tu comodidad y facilitarán el progreso del nacimiento. Cada posición tiene ventajas y desventajas.
Posiciones Verticales
Las posiciones verticales tales como estar de pie, de rodillas o en cuclillas aprovechan la fuerza de gravedad para ayudar al bebé a descender.
Los rayos X han mostrado que ponerse en cuclillas ensancha el diámetro de la pelvis, creando mayor espacio para que el bebé descienda. Sin embargo, es también la posición más agotadora.
En la mayoría de las culturas occidentales, las mujeres no están acostumbradas a estar en cuclillas por largos periodos de tiempo; por lo tanto, deben descansar en una posición semi-sentada entre contracciones.
Penny Simkin autora reconocida y educadora para el parto ampliamente respetada, recomienda la posición “de cuclillas con soporte” o “colgada”, especialmente para mujeres con una segunda etapa prolongada..
En esta posición, la mujer se apoya sobre sus brazos sin poner peso sobre sus piernas y pies. Su cuerpo se alarga, proporcionando mas espacio para que el bebé maniobre. Además, no hay presión en la pelvis, permitiendo que ésta se mueva libremente a medida que el bebé pasa a través de ella.
Posiciones Neutrales para la Fuerza de Gravedad
Las posiciones neutrales para la fuerza de gravedad como la de cuatro puntos, recostada de lado o semi- sentada, son menos cansadas y pueden ser útiles para la mujer que está exhausta. Una posición recostada de lado puede ayudar a disminuir el ritmo de un parto que progresa demasiado rápido.
Después que el bebé ha entrado en la pelvis, volteará su cabeza ya sea en una posición anterior (hacia enfrente) o posterior (hacia atrás). Es mucho mas fácil para el bebé descender, y mas cómodo para la mujer en trabajo de parto, si la cabeza del bebé está en posición anterior. Los bebés en posición posterior pueden causar un trabajo de parto con dolor en la espalda baja (“back labor”).
La posición en cuatro puntos mueve el peso del bebé de la parte baja de la espalda y el cóccis, y proporciona espacio para que el bebé rote a una posición anterior.
Lo que nos dice la Investigación.
De acuerdo a Cochrane Pregnancy and Childbirth Group, una fuente de información reconocida mundialmente, respecto a los cuidados basados en la evidencia científica, el uso de posiciones verticales o recostada de lado, comparadas con las posiciones supinas o de litotomía (acostada sobre la espalda con los pies amarrados a estribos), se asocia con los siguientes resultados:
· Menor duración de la segunda etapa del trabajo de parto
· Reducción en nacimientos instrumentados
· Reducción de episiotomías
· Reducción de reportes de dolor severo
· Menor anormalidad en patrones de frecuencia cardiaca fetal
· Un ligero incremento de laceraciones de segundo grado (en el grupo de posición vertical solamente)
· Un aumento en la pérdida de sangre estimada
Adicionalmente, el permanecer acostada sobre la espalda puede causar la reducción de la presión sanguínea para la mujer en trabajo de parto y reducir el flujo sanguíneo para el bebé, debido al peso que ejerce el útero sobre las principales venas que aportan el flujo de sangre. En la posición de litotomía, la mujer verdaderamente puja en contra de la fuerza de gravedad.
Recomendaciones de las Enfermeras
La asociación Women´s Health, Obstetric and Neonatal Nurses (AWHONN) recomienda, que todas las mujeres embarazadas reciban información sobre los beneficios de las posiciones verticales para la segunda etapa del trabajo de parto. Recomiendan también a que las enfermeras desalienten las posiciones supinas y en su lugar alienten a la mujer a usar posiciones tales como, cuclillas, semi reclinada, de pie o hincada. (La posición semi reclinada es aquella en que la mujer está reclinada pero no recostada totalmente sobre su espalda).
Además, AWHONN recomienda que las mujeres no empiezen a pujar hasta que sientan urgencia de hacerlo, y que cuando inicien el pujo, pujen de acuerdo a lo que su cuerpo le vaya diciendo. Gruñir, gemir, exhalar durante el pujo y sostener el aire por menos de seis segundos mientras se puja en respuesta a las contracciones, deberán ser estrategias alentadas por la enfermera.
Recomendaciones de Lamaze International
Lamaze International recomienda que elijas posiciones verticales o recostadas de lado para el nacimiento. Tu y tu compañero deben de conocer y practicar varias posiciones para la segunda etapa del trabajo de parto en tus clases de educación para el parto.
Deberán preguntar a su médico que posiciones les recomienda para el parto y cuales son, si las hay, las restricciones que él sienta necesarias.
Durante el trabajo de parto escucha a tu cuerpo y elige las posiciones para el parto que te sean más cómodas. Debes tener confianza que al responder a lo que estás sintiendo, estarás haciendo el nacimiento mas fácil para ti y para tu bebé.
#6 No separar a la madre y al bebé después del nacimiento
Una nueva mamá está en un cuarto de alojamiento conjunto para la madre y el bebé en el hospital donde dio a luz. Una amiga le sugiere mandar a su bebé al cunero por las noches para que ella pueda dormir más tiempo, pero su enfermera le recomienda que deje al bebé a su lado. ¿Que es lo que los estudios de investigación revelan sobre las necesidades de las madres y los bebés después del parto?
A lo largo de casi toda la historia, las madres y sus recién nacidos permanecían juntos después del parto. Los bebés permanecían a salvo y calientitos, con fácil acceso a la leche materna, y las madres y sus hijos aprendían uno del otro.
A principios del siglo XX a medida que los nacimientos se trasladaban de los hogares hacia los hospitales, la mayoría de los bebés ya no permanecían con sus madres después del nacimiento. La madre era enviada a un cuarto del hospital, mientras que su bebé era atendido en el cunero. Las madres esperaban largas horas para ver a sus bebés y las visitas de los recién nacidos solo ocurrían en horarios programados por la institución para ser alimentados.
La comunidad médica creía que ésto era más seguro para los bebés y que las madres descansaban mejor estando sus bebés en el cunero.
En años recientes las investigaciones han demostrado que lo mejor para las madres y sus bebés es permanecer juntos después del parto. Interrumpir, demorar o limitar el tiempo que una madre y su bebé pasan juntos puede tener efectos perjudiciales en su relación y en el éxito de la lactancia. Los bebés se mantienen calientes, lloran menos, y la lactancia tiene un buen comienzo cuando las madres y los bebés permanecen juntos desde el nacimiento.
Las madres aprenden a reconocer las necesidades de sus bebés respondiendo delicada y amorosamente. Una conexión que durará toda la vida empieza a formarse.
Contacto Temprano
La naturaleza prepara a la madre y a su bebé para necesitarse el uno al otro desde el momento del nacimiento. La Oxitocina, hormona que causa que el útero de la mujer se contraiga , también causa la elevación de la temperatura de sus pechos y le ayuda a sentirse calmada y sensible. Esta hormona estimula los sentimientos “maternales”mientras la mamá toca, contempla y amamanta a su bebé.
Más oxitocina es liberada mientras que ella abraza a su bebé piel a piel. Las endorfinas, hormonas que son como narcóticos naturales, también son liberadas y elevan los sentimientos maternos. Altos niveles de adrenalina, normales en los bebés al nacer hacen que el bebé esté alerta para buscar a su madre, encontrar el camino a su pecho y amamantarse. Durante los días consecuentes al nacimiento, una madre aprende diversas maneras para comprender las señales de su bebé y la forma única que tiene para comunicarse con ella.
Los expertos recomiendan que inmediato al parto un recién nacido saludable sea colocado piel con piel sobre el abdomen o el pecho de su madre, que sea secado y se cubra con toallas tibias. Algunos investigadores llaman a este contacto piel a piel “Cuidados de la madre Canguro” u “Operación Canguro”. Ser colocado desnudo contra la piel de su madre es la forma perfecta para que un bebé se adapte a su nueva vida fuera del cuerpo de su madre. La temperatura de la madre se ajusta naturalmente para mantener al bebé calientito evitando que se enfríe.
Los recién nacidos colocados piel con piel con sus madres lloran menos y se mantienen mas calientes que aquellos que son colocados en cunas térmicas. De igual manera los bebes que perdieron temperatura, incluyendo los prematuros, regresan a una temperatura normal rápidamente cuando son abrazados piel a piel por sus madres.
Años atrás, los profesionales de la medicina, pensaban que los bebés estaban más seguros en el cunero por que había menor posibilidad de que estuvieran expuestos a gérmenes. Ahora sabemos que el contacto piel con piel proporciona la oportunidad para que un bebé sea expuesto a las bacterias normales que se encuentran en la piel de su madre, y esto disminuye el riesgo de que el bebé se enferme por otros gérmenes más dañinos.
Otros beneficios del contacto piel a piel incluyen el respirar más fácilmente, niveles altos y constantes de azúcar en la sangre y un progreso natural de la lactancia.
La mayoría de los bebés colocados piel con piel con sus madres, instintivamente después del nacimiento se pegarán solos al pecho y comenzarán a amamantarse, usualmente en el lapso de una hora.
Las madres que sostienen a sus bebés piel a piel después del nacimiento, tienen mayor probabilidad de continuar amamantando y menor probabilidad de alimentar a sus bebés con fórmula. Sin embargo, cuando los bebés son separados de sus madres 20 minutos o más después del nacimiento, tienen menor probabilidad de amamantarse durante la primera hora después del nacimiento.
Muchos investigadores que han estudiado el comportamiento animal, creen que, como pasa con los demás mamíferos, los bebés humanos al ser separados de sus madres lloran significantemente más por angustia, necesitando físicamente el calor, la protección y el acceso a la leche materna que sólo pueden encontrar en los brazos de su madre.
Alojamiento Conjunto
Ya sea que una mujer haya parido en un hospital, en un centro de maternidad o en la casa, lo mejor para ella será permanecer cerca de su bebé el mayor tiempo posible En el hospital, cuando la madre y el bebé permanecen juntos se le llama alojamiento conjunto.
Los expertos recomiendan que la madre y el bebé estén juntos durante toda su estancia en el hospital y que los dos sean tratados como binomio madre-hijo.
El alojamiento conjunto facilita la lactancia para la madre. Cuando ambos están juntos, la madre aprende a reconocer las primeras “demandas” que hace el bebé buscando alimento y bienestar, ofreciendo rápidamente lo que el bebé necesita.
El alojamiento conjunto permite establecer una lactancia temprana, en comparación con aquellas madres que tienen contacto limitado con sus bebés o con aquellas que sus bebes pasan la noche en el cunero.
Las madres que piden alojamiento conjunto, tienen mejor suministro de leche y tienen mayor probabilidad de continuar lactando exitosamente a sus bebés de 4 meses de edad.
Las amistades y la familia que tienen buenas intenciones, pueden aconsejar a la mujer que su bebe se quede en el cunero por la noche para que ella pueda descansar. Sin embargo algunos estudios han encontrado que las madres cuyos bebés son atendidos en el cunero, no duermen más que aquellas que solicitan alojamiento conjunto. La madre puede dormir más tranquila sabiendo que el bebé está con ella.
Tiene sentido que entre mas tiempo pasan juntas dos personas, mas pronto se llegan a conocer una a la otra. Las madres que están con sus bebés por periodos largos de tiempo, incluyendo durante la noche, tienen mejores resultados en las pruebas que se utilizan para medir el apego de una madre hacía su bebé.
El alojamiento conjunto también es lo mejor para los bebés. Los bebés que se alojan junto a sus madres, lloran menos y pasan mayor tiempo dormidos tranquilamente, suben de peso día con día y tienen menor probabilidad de ictericia.
El alojamiento conjunto también puede tener beneficios a largo plazo para la madre y para el bebé. Los estudios sugieren que las tazas de abuso infantil, maltrato, negligencia y abandono son menores en las madres que tienen contacto frecuente y extenso con sus recién nacidos durante el periodo de posparto temprano.
Recomendaciones de Lamaze International
Haz tenido que esperar nueve meses para conocer a tu bebé. Habrás soñado con tu bebé y esperado el momento del nacimiento con mucha emoción. Después del parto, tú y tu bebe desearán permanecer juntos. Las investigaciones demuestran que estar juntos es lo mejor para ambos.
Elige un lugar para dar a luz en el que esta necesidad pueda ser satisfecha. Si vas a parir en el hospital, hazle saber a tu médico que deseas abrazar a tu bebé piel a piel después del parto y mantenerlo contigo a lo largo de toda tu estadía. Puedes tranquilizar a tu familia y amigos asegurándoles que el mejor lugar para el bebé es contigo.